La Gaceta del Charro / ¿Pero qué necesidad?

AutorGermán Dehesa

Acabamos de dar por terminada "la primera semana nacional de Nico". Todo indica que ahora comienza la segunda. Ya le movieron el agua al tiburón y ahora no será fácil aplacarlo. Por lo pronto, no sabemos bien a bien de qué tamaño y especie es el escualo e ignoramos también a quién pertenecen esas manos patriotas y caritativas que comenzaron este meneo del "Nicogate". A este último respecto circulan las más variadas y peregrinas teorías y especulaciones. En este preciso caso, no es de mucha utilidad buscar al beneficiario de este arrimón propinado al Jefe de Gobierno. Bien mirado puede serle de utilidad a Madrazo, al foxismo, al priismo histórico, al panismo dividido e ineficiente, al revitalizado Cuauhtémoc Cárdenas, a Montiel y otros Gobernadores suspirantes, al inenarrable Doctor Simi y hasta al mismo AMLO (en caso de que quisiera suicidarse). Yo sin más ciencia que la latencia y sin más herramienta que el mexicanísimo tanteómetro, escojo a Madrazo (traidor emérito) y a Cuauhtémoc (o a alguno de sus oficiosos acólitos o acólitas) como mis principales sospechosos de la autoría intelectual de este nuevo escándalo que, una vez más, viene a distraer al país de sus tareas principales y lo desbarranca por la vía del amarillismo. Esto no es bueno, pero ya entrados en gastos, tampoco sería aconsejable dar por muerto al ratón ahora que ya se encarreró.

Así pues, no sabemos quién soltó la bola y, como ya decíamos, tampoco sabemos de qué tamaño es. Hasta el momento, no sabemos si la hipótesis del chofer solitario es la correcta, o si bien nos encontramos frente al complot de los temibles Mollinedo quienes, en una de ésas, ya saturaron más de media nómina del DF y están a punto de adquirir el control accionario de Telcel. La estrategia de López Obrador de minimizar el asunto me parece incorrecta de todas las maneras. La cuestión en sí no es menor, pero además se acrecienta si el farfullante indiciado es el que se autonombró paladín de la honestidad valiente y ha insistido en señalar fallas y dispendios similares en el Gobierno federal. ¿En qué quedamos, mi buen Pochitoque?

Sé que este enredo alegra a muchas personas; a mí me entristece comprobar cómo nuestra mejor mula se nos está echando y cerciorarme una vez más de lo mucho que a AMLO le aprieta el corsé del Estado...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR