La Gaceta del Charro / La siempreviva

AutorGermán Dehesa

Aquí en mi escritorio, a un metro de mis ojos, está viviendo una siempreviva. Con motivo de la Pascua, me la regaló (me la entregó en adopción) una exquisita amiga que percibió mis dificultades para resucitar. Me encantan estos obsequios cargados de significaciones. Es hermoso que exista una planta que vive porque vive y no muere porque no se le da la gana; es a prueba de maltratos y está blindada contra desafueros. Aquí la tengo y la percibo francamente contenta y cantarina. Como muchos seres humanos, parece alcachofa, pero entre junio y agosto produce flores maravillosas. Su tenue voz de un verde intenso pero suave con tersa constancia me recuerda (nos recuerda) que el deber de vivir es irrenunciable, inevitable y gozoso.

Feliz en su ignorancia, mi siempreviva no sabe que en los altos círculos (expresión bastante idiota) es conocida como sempervivum tectorum e ignora también que sus antepasadas vivieron en Europa central y meridional. Si llegó a América fue porque tenía que llegar. Una planta que la tires donde la tires de inmediato echa raíces, se aferra al suelo que le toque y prosigue viviendo; una planta así puede hacer casa en la Patagonia o en una calle de Tokio. Caiga donde caiga, de inmediato crea una patria y un hogar alrededor. Además, le comento a mi plantita, el jugo de las hojas de la siempreviva es un buen remedio para las picaduras de insectos, ulceraciones de la piel, callosidades y quemaduras (este tipo de lesiones pueden aparecer en el cuerpo y/o en el alma). También es tradición que la siempreviva aleja los rayos y, siendo así, me dispongo a regalarle a AMLO un sombrero de copa rematado con una maceta de siempreviva para que no se autofulmine con el rayo de esperanza.

¿Qué hace este idiota hablando de plantas cuando el país está en crisis convulsiva?, dirán mis amados lectores y lectoras. Respondo: me estoy defendiendo. Desde el jueves traigo el cuerpo destemplado por la suprema mentecatez del desafuero que es y será tan lesivo para México. Y si con eso no fuera suficiente, Televisa, supongo que en connivencia con el Ejecutivo, nos despachó el grotesco numerito del Papamóvil que ya desde su nombre es atroz (una señora "devota" comentó que estaba esperando que pasara el Batimóvil y una locutora de Televisa nos anunció: todavía no ha llegado el Papa). De veras hay...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR