La Gaceta del Charro / El perjurio de la nieve III

AutorGermán Dehesa

Soy extremadamente débil. Esa es mi desgracia. Desde el momento mismo en el que el Bucles me comunicó su chincual por entrar en comunión con la nevada sustancia, yo tendría que haber cancelado de tajo el asunto. No fue así; lo que hice fue comprar entero el boleto, meditar la cuestión y llegar a una determinación: el sábado 24, a las diez de la mañana, enfilaríamos la rugiente nave rumbo a las estribaciones del Popocatépetl. Así se lo comuniqué al departamento de operaciones y logística de mi magro núcleo familiar. Canito, la licenciada Viruta y la Pequeña Carlos emitieron una respuesta unánime: ni borrachos, ni trepanados participarían en el proyecto "¡Todos a la nieve con los Godínez!". Todavía no salíamos y ya teníamos tres bajas. Por su parte, la dócil Jaguara aceptó gustosa y me comunicó que el plan le parecía impecable, aunque se le podrían hacer leves modificaciones. Por eso fue que salimos a las 8:30 rumbo al Nevado de Toluca en compañía de cuatro parientes de la antedicha Jaguara quienes, digámoslo por amor a la justicia, son bastante presentables. Como bien se sabe, todo mexicano necesita de su Nico Mollinedo particular para avanzar por la vida sin temor al riesgo o a la soledad (muchas veces hemos hablado aquí de la condición mueganosa del espíritu meshica). Fue por eso que Osamita convidó al compañero Bernal, su cuaderno de cuadernos, a la nevada expedición. Ya con todo este personal empacado en una camioneta, el grupo, que parecía caricatura de Abel Quezada, se puso en movimiento rumbo al feudo de Montiel y su satánico ayudante Igor Pastor.

Considérese que yo me había dormido al filo de las cuatro de la mañana y así se entenderán los drásticos cerebrazos que me iba yo dando contra el vidrio durante el trayecto. Según me explicaron los del comité que mejoró mi proyecto original, la carretera al Nevado estaba mucho más despejada y la nieve resultaba más accesible. Esto se lo tendrían que haber explicado a los tres millones de capitalinos que, habiendo llegado a conclusiones similares, estaban ahí en la brecha que asciende al volcán. Realmente es un paraje muy hermoso donde podríamos tener un eficiente centro de recreación y deportes invernales. La soberana voluntad de los comuneros se ha opuesto reiteradamente al...

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