Gabriela Salido / Reciclar el suelo, ¿alternativa del desarrollo?

AutorGabriela Salido

El panorama de crecimiento de cualquier ciudad es poco alentador, ya que continuar el desarrollo de vivienda y sus servicios en suelo urbano sería comprometer áreas naturales protegidas o dañar aún más el medio ambiente.

Desde la década de los 40, arquitectos visionarios plantearon como alternativa los desarrollos multifamiliares o conjuntos habitacionales basados en el crecimiento vertical de la vivienda y de la Ciudad, sumando niveles o pisos en vez de metros cuadrados de concreto sobre áreas verdes.

La idea era simple, ciudades pequeñas dentro de la gran Ciudad, garantizando todos los servicios, escuelas, centros de trabajo, abasto y recreación, tiendas, entre otros. Incluso, estos proyectos tienen más y mejores características de sustentabilidad, respeto del medio ambiente, espacios públicos y generación de comunidad, que proyectos surgidos actualmente.

Sólo por dar ejemplos, el primer desarrollo de América Latina fue el Conjunto Urbano Presidente Miguel Alemán, hasta llegar al Multifamiliar Tlatelolco, utilizando sólo el 20 por ciento del terreno para construir y conservando el resto como área verde. Sin embargo, a pesar de construir el doble o más de los 13 niveles pensados en 1949, hemos llegado al límite la mancha urbana.

Ahora debemos buscar en lo ya desarrollado de la Capital, para que los lugares que ya no se ocupen con el mismo fin puedan ser retomados para uso habitacional. La mayoría de estos espacios son zonas baldías, deshuesaderos de autos, fábricas, naves industriales, entre otros; lo que permite proyectar pequeñas ciudades como hace 80 años.

Más allá de la inversión de recursos públicos para modernizar la infraestructura de servicios básicos, en teoría y en papel, esta es la mejor de las alternativas para revitalizar la zona urbana y disminuir el déficit de vivienda que tenemos desde hace años en la CDMX, que los gobiernos de izquierda no han logrado abatir.

Sin embargo, no sólo es reutilizar o reciclar el suelo porque sí, el proceso requiere estudios técnicos y análisis importantes para cada caso, de lo contrario se podría causar daño e impacto al ambiente y a la población.

Hablar de reciclar el suelo no es pensar en procesos industriales para la transformación de plástico, vidrio, papel, aluminio y otros, sino en el proceso natural de saneamiento y limpieza de compuestos que pudieron dañar o contaminar el espacio que ahora será utilizado para habitar.

Por los usos previos, estos espacios fueron expuestos a daños...

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