Gabriela De la Paz / Los iraníes y usted

AutorGabriela De la Paz

En Irán ocurre un movimiento ciudadano inusual. La gente ha salido a las calles desde el sábado pasado a manifestar su desacuerdo con los resultados oficiales que declaran la reelección de Mahmoud Ahmadinejad.

Este Presidente es conocido en el mundo entero por decir que el Holocausto no existió, que "Israel debe desaparecer del mapa", y por reanudar el proyecto nuclear de su país, que, a la luz de estas declaraciones, se antoja muy amenazador.

Irán es una teocracia desde 1979, cuando una revolución popular comandada por los clérigos derrocó al rey, el Sha Reza Pahlevi, quien tenía la doble "peligrosa" combinación de ser un déspota que intentaba modernizar y occidentalizar al país. Por lo tanto, los líderes religiosos decidieron derrocarlo y organizaron una revolución, aprovechando el descontento por el despilfarro real en lujosas fiestas, mientras una parte de la población vivía en condiciones precarias.

De esta revolución nació el enfrentamiento con Estados Unidos, luego de que unos supuestos estudiantes ligados al Ayatolá Jomeini irrumpieron en su embajada y secuestraron al personal por casi 500 días. Desde entonces hay ruptura de relaciones diplomáticas.

Irán es una república teocrática en donde los verdaderos gobernantes son un puñado de clérigos que aplican la más dura interpretación del islam. Su visión del Corán es que el Presidente debe gobernar según la ley islámica, y si esto no sucede ellos tienen el poder de removerlo. Los individuos no cuentan y las mujeres son seres inferiores. Los candidatos opositores no tienen los mismos recursos ni la misma oportunidad para promover sus propuestas.

Las elecciones del viernes pasado son fraudulentas, según el periódico español El País, porque no han seguido los procedimientos institucionalizados en el anuncio de estos cuestionables resultados.

Las encuestas previas a los comicios señalaban que el Presidente obtendría la mayoría, pero que Mir Hossein Musavi, el candidato moderado opositor, pasaría a una segunda vuelta. Los datos del viernes impiden que eso suceda, por eso la gente sale a preguntar dónde quedó su voto.

Los votos se anunciaban por provincia y se esperaba que Ahmadinejad ganara abrumadoramente en las zonas rurales, pero perdiera ventaja en las zonas urbanas. Esta vez se anunciaron los resultados en bloque y el Presidente ganó incluso en las ciudades. Por otro lado, Musavi y otros candidatos opositores tuvieron menos votos en sus lugares de origen, lo que tampoco es creíble.

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