Gabriela De la Paz / Un año en vilo
| Autor | Gabriela De la Paz |
Este sábado se cumple el primer año de la Presidencia de Donald Trump, que ha sido como subirse a una montaña rusa, pero sin la emoción ni las ganas de repetir la experiencia.
El nuevo mandatario ha exhibido su poco conocimiento de las leyes y de los aspectos más básicos del sistema político estadounidense y su desinterés en seguirlos.
Desde hace 12 meses hemos despertado y vivido al ritmo marcado por Trump, lo cual es desgastante. Sus tuits madrugadores intentan ser al mismo tiempo avisos para el mundo y "policy memos" para la burocracia de Washington, aunque están plagados de incoherencias, amenazas y una necesidad constante de buscar pelea en todos lados: desde lo sustancial (como México o Corea del Norte), pasando por la prensa, la NFL o Hollywood, hasta lo trivial (las tiendas que retiraron una línea de ropa de su hija Ivanka), nadie se salva.
En su primera semana vinieron los encontronazos con Peña Nieto, haciendo peligrar los intentos por establecer una relación cordial, pese al rechazo a renegociar el TLCAN o aceptar, y mucho menos sufragar, la construcción del muro en la frontera común. Mientras el Primer Ministro canadiense Justin Trudeau era bien recibido, la visita de Peña quedó suspendida.
Al final, el TLCAN está siendo renegociado y Canadá se está llevando por ahora sanciones más fuertes que México. Las predicciones han variado, Estados Unidos está obteniendo algunas ganancias, pero el futuro del acuerdo sigue incierto.
Es un signo de una política exterior a la inversa, en la que los antiguos amigos como Gran Bretaña o Alemania pierden sus privilegios a favor de regímenes menos democráticos como Arabia Saudita, entre otros.
Trump, aparentemente, además de furia y fuego, es humo y espejos.
En su primera semana en la Casa Blanca borró la participación de Estados Unidos en el TPP de un plumazo e inició un gobierno a modo de decretos: la prohibición del ingreso de musulmanes, el fin de DACA que protege a los llamados "dreamers", etcétera, sin que a la fecha haya algo en concreto.
Éste es uno de sus temas principales: la inmigración legal tampoco está a salvo de nuevas restricciones en las que el modelo a seguir es el de la meritocracia y no el de la reunificación familiar. Trump ha obstaculizado cualquier progreso al crear controversia en momentos cruciales para mantener el control de la agenda.
Quizás donde ha habido mayores avances sea en la reforma del Poder Judicial. Los republicanos bloquearon nominaciones de jueces...
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