Gabriela de la Paz/ La Doctrina Clinton
| Autor | Gabriela de la Paz |
En el último año de la presidencia de Bill Clinton, la conocida revista norteamericana de asuntos internacionales "Foreign Affairs" publicó artículos que analizaban la política exterior estadounidense desde la óptica republicana, dos en enero, y la demócrata, dos en marzo. Suficiente para desatar una serie de artículos en pro y en contra de las acciones de Clinton.
En un artículo del 31 de mayo sobre lo que comienza a llamarse "la Doctrina Clinton", Jonathan Rauch, columnista de la revista "National Interest" y "The Atlantic Monthly", recuerda el discurso de hace un año del mandatario americano después de la victoria atlántica y que nos permite darnos una idea del rol asumido por Estados Unidos:
"Ya sea que viva en Africa o Europa Central, o cualquier otro país, si alguien viene ante los civiles y trata de matarlos en masa por su raza, sus antecedentes históricos, o su religión y está en nuestro poder detenerlo, lo detendremos. No apoyaremos el genocidio o la limpieza étnica en ningún lugar del mundo". De ser así, no ha cumplido a cabalidad esta loca promesa y Ruanda (1994) es sólo un botón de la amplia muestra.
Es un hecho que Estados Unidos no puede escapar del papel de potencia en un mundo de clara tendencia unipolar, pero parece ser que los demócratas han tenido una idea menos clara que los republicanos de cómo ejercerlo. A falta de un enemigo visible y con el afán de dejar un legado, los derechos humanos han sido una tema predominante para la administración Clinton, sin que ello implique que su interés no es genuino.
El fantasma del Holocausto judío ha sido invocado para concientizar a la población a través de los medios de comunicación de la magnitud de genocidios y limpiezas étnicas posteriores y la necesidad de hacer algo al respecto.
Así, el humanitarismo ha sido "el tema" de los últimos años. Por consiguiente, la gente demanda acciones por parte de su gobierno para frenar los abusos en todo el orbe y la Doctrina Clinton consiste en satisfacerla. Craso error: no se puede estar en todos lados al mismo tiempo sin pagar un alto costo por ello. Sobre todo cuando las acciones no han sido evaluadas detalladamente y fracasan, como ocurrió en Somalia (1993). También, cuando es evidente que el pueblo norteamericano no está dispuesto a que sus soldados se arriesguen demasiado por una nación lejana y desconocida (Kosovo, 1999). George W. Bush piensa lo mismo, pero es menos impreciso.
El debate sobre la Doctrina Clinton es demasiado profundo...
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