Gabriel Zaid / Problemas de personal

AutorGabriel Zaid

Las cualidades necesarias para llegar a un puesto no siempre son las que hacen falta para desempeñarlo. Pero al que llega puede importarle poco, si lo que quiere es otra cosa (tener una buena posición, aprovecharla, hacer tiempo en espera de algo mejor). O al que lo puso ahí para otra cosa (ganar posiciones, cubrirse las espaldas). Sin embargo, se piensa que los funcionarios están para hacerse cargo de su cargo, y ofende que (dedicados a lo suyo) atiendan mal. La gente sueña con funcionarios decentes, competentes y serviciales, como si todo fuera cuestión de contratarlos. O se deja llevar del pesimismo, diciendo que todos son iguales: irresponsables, incompetentes y corruptos.

Los problemas de personal no se reducen a la calidad de las personas. Igualmente importantes son los sistemas de trabajo, así como la afinidad entre personas y puestos. Cuando los sistemas son malos, ni las mejores personas pueden lograr buenos resultados. Cuando los sistemas son buenos y las personas también, pero se combinan mal los puestos con las personas o las personas entre sí, tampoco se logran buenos resultados. Ya no se diga cuando las personas no sirven, pero se sirven de la posición que tienen.

Abundan los mexicanos responsables, talentosos, competentes y decentes que producen mucho en el extranjero, en un puesto adecuado para su capacidad, con buenos sistemas de trabajo. O que logran lo mismo en México, por lo general fuera de actividades dependientes del Estado, la política, los sindicatos. Significativamente, cuando son llamados para funciones públicas, la oportunidad termina fácilmente en fracaso. No es fácil producir lo que hay que producir (oficialmente), si todo está organizado (realmente) para otra cosa. Una misma persona produce resultados muy distintos al cambiar de contexto.

México necesita grandes estadistas capaces de cambiar las estructuras, sistemas y contextos operativos del Estado. Pero en este nivel sí hay un problema de recursos humanos. No es lo mismo operar una situación estructurada que estructurarla. Los fundadores, los reformadores y los operadores hacen cosas distintas, que requieren talentos diferentes. Una misma persona puede tener los tres, pero el talento más común es el último. Y, aunque se dice que faltan operadores para negociar acuerdos en la nueva situación política mexicana, la verdad es que abundan, y muy experimentados. Lo que pasa es que su modus operandi era funcional...

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