Gabriel Zaid / Autos desperdiciados

AutorGabriel Zaid

La economía mexicana necesita capital, pero lo desperdicia. La prensa y la Auditoría Superior de la Federación señalan, una y otra vez, que tal obra costó el doble o el triple de lo presupuestado y que se terminó (o no se ha terminado) meses o años después de lo previsto.

Y, aun de las pocas obras terminadas a tiempo y con el presupuesto original, habría que ver si se justificaron. El País está lleno de obras públicas y privadas que costaron mucho y se usan poco. No sólo obras: también instalaciones de tecnología costosa que no se aprovecha o ni siquiera se desempaca.

Un legendario Alcalde de Lagos de Moreno mandó hacer un puente, y no se usaba. Todos preferían cruzar el vado como siempre. Molesto por el desaire a su buena obra, puso un letrero que se volvió famoso: "Este puente se hizo en Lagos y se pasa por arriba".

Las inversiones producen buena conciencia, aunque no produzcan más que eso. Dan la satisfacción de haber hecho algo valioso. El caso extremo son las inversiones que producen buena conciencia precisamente porque no se usan. Sucede con el armamento defensivo, y se comprende. Lo que no se comprende es la buena conciencia de invertir en automóviles para inmovilizarlos. Merecen un letrero que diga: Esta inversión se hizo en México, pero no se usa.

El propósito inicial del programa "Hoy No Circula" fue retirar de la circulación la quinta parte de los automóviles en el Distrito Federal, durante el invierno que empezaba a fines de 1989. La medida extrema, pero transitoria, se debió a una crisis ambiental.

Tuvo un efecto inmediato: el desahogo vial. Fue celebrada, y, a partir de ese éxito político, el programa se volvió permanente, se extendió a la zona conurbada del Estado de México, se reforzó con el Programa de Verificación Vehicular, se extendió a los sábados y ahora se habla de introducir mayores restricciones: a ciertas horas, en ciertos lugares y sin excluir los coches nuevos, hasta ahora exentos.

Si en el Distrito Federal y área metropolitana hay 5 millones de vehículos con un valor promedio de 100 mil pesos, inmovilizar la quinta parte representa un desperdicio permanente de un millón de vehículos: 100 mil millones de pesos invertidos para nada. ¿Se justifica?

A pesar de que el programa está por cumplir un cuarto de siglo y es un gravoso impuesto en especie, no se ha gastado mucho en evaluarlo. No hay mediciones oficiales del costo social ni del beneficio social. Peor aún, hay evaluaciones técnicas externas donde resulta que...

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