Gabriel Zaid / Apagones retro

AutorGabriel Zaid

Los apagones recientes tienen un dejo retro. Recuerdan el sexenio 1940-1946.

En 1942, el "Hundimiento de los buques petroleros mexicanos" que abastecían a los Estados Unidos (José Manuel Villalpando explica el episodio en YouTube, bajo ese título) llevó al presidente y general Manuel Ávila Camacho a declarar el estado de guerra con Alemania. Y, ante posibles ataques aéreos, ordenó simulacros de entrenamiento. En particular, apagones nocturnos, que se volvieron tema de conversación y hasta de chistes.

Ernesto Cortázar y Manuel Esperón compusieron una canción popularísima ("El apagón") que hacía chunga de los percances posibles: "Iba sola por la calle, cuando vino de pronto el apagón..." (hay interpretaciones recientes de Yuri en YouTube).

Por aquellos años, Erasmo Castellanos Quinto se permitió una mentada de madre elegantísima a Luz y Fuerza del Centro (hoy Comisión Federal de Electricidad) por los apagones:

A la luz de los quinqueses,

sentados en los sofases,

tomando nuestros cafeses,

me acuerdo de sus mamases.

Aquellos apagones eran imprevisibles para la población, pero programados por las autoridades. En cambio, los de hoy, también imprevisibles, no están programados: son accidentes de la ineptitud. No de la ingeniería eléctrica mexicana, sino de la administración superior.

Los apagones son inherentes a las grandes redes de distribución eléctrica, donde cualquier desbalanceo tiende a amplificarse por toda la red, si no se desconecta de inmediato el tramo afectado, como hace un fusible casero. Lo ideal es evitarlos y, si se producen, impedir que se propaguen, mientras llega una brigada con plantas eléctricas móviles a reconectar.

Con todo, ha habido apagones mayúsculos, como el de Nueva York en 1965. Pero una cosa es un apagón histórico y otra los apagones frecuentes que interrumpen el trabajo, producen fallas en los servicios de televisión e internet, dañan las medicinas y alimentos que requieren refrigeración, los aparatos electrodomésticos, el transporte eléctrico, los hospitales, hoteles, restaurantes, bancos, tiendas, elevadores y escaleras eléctricas; los crisoles siderúrgicos de fundición eléctrica y muchos otros equipos industriales. Obligan a tener plantas eléctricas de respaldo, a estar atendiendo quejas, a meterse en el erenjenal de exigir o pagar indemnizaciones por daños.

Los apagones se habían vuelto raros en México. Pero han reaparecido este sexenio, a un costo de miles de millones de pesos.

En 2019, hubo una serie de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR