Gabriel Jiménez Remus/ Fábula del hombre osado
| Autor | Gabriel Jiménez Remus |
Frente a la proclama de la intención de clonar seres humanos, se zarandean las nociones contemporáneas de la teoría y práctica genéticas, las certezas morales y las leyes nacionales e internacionales. ¡Tocan a rebato!
Es la fábula del hombre osado, pero con temor e incertidumbre, que arroja el ancla de la barca en su travesía hacia la prosperidad sin cortapisas y se interroga, con entrevero de novedad y angustia, que dónde va a varar. Aquí y ahora, eso mismo se cuestionan estudiosos, sabios, ateneístas, catedráticos, galenos, filósofos, deontólogos, jurisconsultos, parlamentarios y dirigentes. Y desde mi timidez y simpleza, de eso mismo yo también me pido cuentas. ¡Sabe Dios lo que vendrá!
Nunca lo he pretendido, pero líbreme Dios ahora de ser "párrafo" de legista, "infra" de canonista y "etcétera" de escribano. Dicho en otras palabras, no intento soplar fuerte en la sociedad científica ni en la opinión pública como pozo de ciencia de la clonación y sus alrededores científicos. En esta disciplina y en otros saberes nunca he oído campanas. Me confieso "in albis" en este catálogo y sin ningún hueco de extremo a extremo de mi ignorancia, pero me afianzo a pie juntillas en el sentido común, en algún discernimiento de autoridad, con la mar de aflicciones para optar entre tantos y tan dispares y, finalmente, en el saber agradecer la honra de ser persona humana a Quien me hizo y me la dio.
Estoy convencido de que es perverso y execrable entre tanto, no bien que se vaticinó el siniestro ensayo, suscitar la dialéctica como si se introdujera una moderna ocasión de careo entre apologistas y catilinarios del avance científico. Porque así esbozado, naturalmente que el extravío mental se cobija con la prerrogativa del conocimiento y con el envite de prodigiosos resultados para la humanidad, como por ejemplo, recobrar la salud, proveer órganos para posibles trasplantes y hacer seres perfectos; y sólo la barbarie, la incultura y el retraso, el forcejeo equívoco de la infamia y de la reacción, siempre han sido contrarios al avance de la ilustración y a la luz de la razón. Rechazo contra viento y marea el argumento y el debate así sugeridos. No se trata en modo alguno de eso.
Yo pienso que la discusión matriz, la controversia sensata, vamos, la estructura impecable para estar al habla con este examen, si se desea honestamente llegar a la verdad, debe excluir toda relación con el hipotético, imaginario o apócrifo oscurantismo de los que...
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