G.L.Othón / Nude
| Autor | G.L.Othón |
Cocina fusión
López Cotilla 1589
Tels. 3616-5248 y 3616-5491
Comida ***
Servicio ****
Ambiente ****
El exitoso restaurante de los desnudos estrena carta, o mejor dicho, nuevos platillos dentro de su carta; lo ha venido anunciando a los cuatro puntos cardinales por diferentes medios y nos pareció un buen pretexto para regresar al Nude.
Las sillas han cambiado del color de la pureza al color de la pasión, pero siguen siendo igual de cómodas y disfrutables, algunos de los cuadros fueron renovados con obra nueva y en la planta alta colocaron tenues y vaporosas lamparitas que emiten cálidas tonalidades. El grupo musical también fue sustituido y a decir verdad, extrañé el sonido en vivo del anterior; lo bueno es que su compilación de música lounge sigue siendo excelente.
En la carta permanecen los tintes de poesía erótica sin drásticos cambios, tal parece que algunos platillos cayeron en el olvido y fueron desechados, y en contraparte, nuevas creaciones fueron incluidas en el reciente menú.
De entre las novedades lo más destacable que probé son los tacos thai (65.00) con los que inicié mi visita en viernes por la noche con el lugar pletórico de gente, pues están simple y llanamente buenísimos. Los pedí pensando en algo fresco sin saber a ciencia cierta qué era lo que estaba ordenando, pero cuando vi el montaje de pequeños camarones sobre hojas de lechuga, cacahuate molido, jengibre, limón, chile verde y cebolla aderezado todo con una salsa agridulce a base de fish sauce, recordé el exquisito miang kham que sirven en Tailandia, Malasia y zonas aledañas, sólo que en esas latitudes utilizan la nativa hoja de escarabajo que bien se sustituye por hojas frescas de espinaca o lechuga, como en este caso. La coctelería del lugar es también atinada, yo bebí un martini seco ($85.00) con Bombay shappire y mi musa acompañante un martini de manzana verde ($57.00).
Quise seguir navegando por el Oriente y pedí una sopa bautizada como Aromas ($40.00) que prometía una mezcla expelente de tofu, fideos de arroz, huevo, consomé de pollo y albahaca, pero que paradójicamente, no profería ningún olor, quizá porque llegó a la mesa casi fría. Mi acompañante pidió Ni Tierra ni Sol ($75.00), una lasagna vegetariana con acidez muy acentuada, pues aparte de la salsa pomodoro tenía pimiento morrón y rajas de poblano, zanahoria, calabacita y berenjena; el parmesano era lo que equilibraba el sabor. Después de la sopa, yo me...
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