Hay futuro tras el cáncer
| Autor | Olivia Guzón |
Al bañarse una mujer detecta una protuberancia anormal en su pecho, no recuerda haberla visto antes y se pregunta desde hace cuánto tiempo está ahí. ¿Qué hacer ahora? ¿Dejar la cuestión para después o hacer cita con el médico? Hoy, Día Internacional contra el Cáncer de Mama, cuatro mujeres narran su experiencia con una enfermedad para la que es vital el diagnóstico temprano. Conoce su lucha.
La sostiene su buen humor
· Natalia Mendoza Mercado, 56 años
· Edad de diagnóstico: 50 años
· Tipo de diagnóstico: Tardío
Natalia supo que tenía cáncer hasta después de su cirugía... cuando ya no tenía su mama derecha.
"Me checó una enfermera y puso una cara, luego, luego, de funeral, en ese momento pensé: 'Ya valí'", recuerda la mujer de 56 años, a quien le diagnosticaron la enfermedad cuando tenía 50.
"Me dijeron que harían una biopsia y que si resultaba cáncer ahí mismo hacían la mastectomía".
Y así fue. Horas después Natalia, madre de Diana Natalia, de 22 años, y José Alberto, de 34, se despertó sin su mama derecha.
"Era traumático al verme al espejo, pero siempre evité que las lágrimas salieran".
Debido a lo agresivo de su cáncer, necesitó dos meses de quimioterapia, seguida de radioterapia.
"Mi hija (en ese entonces de 16 años) lloraba cuando veía que se me quedaba el cabello en la almohada, pero yo le decía: 'No llores, esto es cabello y me vuelve a salir. Aquí estoy todavía, no porque se me caiga el cabello dejo de ser yo'".
Pero Natalia nunca se dejó abatir por las apariencias.
"Hubo ocasiones en las que sí me ganó el sentimiento porque veía que se burlaban de mí, pero luego me decía: 'Al menos yo tengo remedio'", recuerda ahora sonriente.
Y es que según Natalia, parte de su recuperación se la debe a su buen humor y su forma positiva de pensar.
"La actitud mental es algo decisivo", explica, "a mí me decían que era agresivo, de una categoría de cuidado, pero yo me sentía bien".
Pensó que iba a morir
· Amparo Díaz Covarrubias, 50 años
· Edad de diagnóstico: 49 años
· Tipo de diagnóstico: Temprano
Lo primero que pensó Amparo cuando le diagnosticaron cáncer dos meses después de haber recibido el resultado negativo en su biopsia fue que se iba a morir.
"Para mí fue un shock porque ni me lo imaginaba, me quedé fría y pensé: 'Me voy a morir'", recuerda.
Su primera preocupación fueron sus hijos, Ana Laura y Luis Raúl, jóvenes de 17 y 27 años, respectivamente.
"A a mí no me importaba perder el pecho; me importaba saber qué iba a pasar conmigo", recuerda...
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