Futbol y narco, nexos con historia

José Meléndez, corresponsal

SAN JOSÉ, Costa Rica, agosto 27 (EL UNIVERSAL).- El presunto nexo del futbolista mexicano Rafael Márquez Álvarez con el narcotráfico revivió un fenómeno que golpeó a Centroamérica: el denunciado lazo de dirigentes del balompié de Guatemala, El Salvador y Honduras con el contrabando de drogas y el "blanqueo" de dinero ganado por transportar, almacenar, distribuir y reexportar sustancias ilícitas desde América del Sur hacia México y Estados Unidos para los cárteles mexicanos.

Al igual que lo sucedido con Márquez, al menos dos estructuras de los tres países ligadas al fútbol fueron designadas por el Departamento del Tesoro estadounidense como organizaciones narcotraficantes, aunque todos adujeron ser inocentes. Márquez rechazó contundentemente las acusaciones en su contra al ser insertado a inicios de este mes por el Tesoro en una lista de narcotraficantes encabezada por el mexicano Raúl Flores Hernández.

"El futbol como cualquier otra actividad económica transaccional se presta para el crimen organizado", afirmó la hondureña Arabeska Sánchez, consultora independiente en seguridad, a una pregunta de EL UNIVERSAL.

Los casos en Guatemala, El Salvador y Honduras ?que integran el "Triángulo Norte de Centroamérica"? conforman una de las zonas más violentas del mundo y sirven de plataformas cruciales para traficar estupefacientes del sur al norte del continente americano y para actividades colaterales mafiosas.

En El Salvador, el empresario de ese país José Adán Salazar Umaña, un ex dirigente futbolístico que en 2014 fue designado por el entonces presidente de EU, Barack Obama, como "narcotraficante extranjero importante" y arrastra un historial como proveedor de servicios para los cárteles "de Sinaloa", "del Golfo" y "Los Zetas", fue capturado en abril pasado en El Salvador por presunto "blanqueo" de capitales, según fuentes oficiales salvadoreñas.

Antes de quedar ubicado en mayo de 2014 en las listas de narcomafiosos del Tesoro, Salazar, alias "Chepe Diablo", fue presidente de la Federación Salvadoreña de Futbol (Fesfut) y de la Asociación Deportiva Isidro Metapán, equipo de la primera división de este país, y figura visible de empresas como propietario de cadenas de hoteles, estaciones expendedoras de combustibles y negocios de granos básicos.

Salazar fue catalogado en 2014 por el entonces gobierno de El Salvador como cabecilla del "Cártel de Texis", que toma su nombre del noroccidental poblado salvadoreño de...

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