Todo Futbol / Azul libertador

AutorRaúl Orvañanos

No cabe duda que los aires del sur le sientan bien a la Máquina. En el ciclo Carrillo fuimos muchos los que nos atrevimos a sugerir que el Cruz Azul "tirara la toalla" sobre todo después de la vergonzosa derrota ante el modesto Fénix uruguayo, afortunadamente el equipo cementero no nos hizo caso y resurgió de sus propias cenizas.

Por principio de cuentas, se fueron los que se tenían que ir desde mucho tiempo atrás, no por su falta de capacidad goleadora, porque eso estaba comprobado, pero sí, por su absoluta falta de solidaridad con un equipo, por su egocentrismo, por su enorme capacidad de dividir a los grupos. No es casualidad que Abreu haya sido dos veces campeón de goleo en México, y en ambas ocasiones sus equipos ni siquiera hayan podido calificar a la Liguilla y que en ninguno de sus equipos haya hecho "huesos viejos".

En segunda instancia, Meza se encargó de devolver la confianza perdida a ese puñado de jóvenes procedentes de las fuerzas básicas. Esos mismos que Mario Carrillo desahució diciendo que no tenían siquiera el nivel para jugar en la primera división.

Hoy ese Cruz Azul tiene pocos nombres, pero muchos deseos y una enorme actitud. Hoy Zepeda corre, lucha, da muestras de su talento.

Palencia todavía no hace completamente las...

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