Fusiones y adquisiciones

AutorDiego Sánchez
Páginas44-45
Fusiones y
adquisiciones
SAFEs en México
Hoy en día, las startups Mexicanas cuentan con un
ecosistema muy entusiasta con amplio acceso a
fondos para impulsar su crecimiento.
En los esfuerzos de levantamiento de capital de
las startups, algunos fundadores optan por realizar
"rondas semilla", previo a una ronda de capital
posterior por montos mayores o rondas "Series A, B y
C". No obstante, la valuación adecuada de la startup
es un problema constante en las rondas semilla al
carecer de datos para una adecuada valuación.
Valuaciones altas pueden desincentivar la inversión y
valuaciones bajas pueden resultar en una
participación de capital desproporcionada del
inversionista. Asimismo, la valuación utilizada en una
ronda semilla puede afectar las negociaciones con
futuros inversionistas de rondas subsecuentes.
Muchas startups recurren a instrumentos de
deuda para el levantamiento de capital semilla. Lo
anterior puede no ser atractivo para los inversionistas
por la naturaleza del instrumento y por la falta de
activos para otorgar en garantía, entre otras razones.
El SAFE (Simple Agreement for Future Equity) o
IMIET (Instrumento Mexicano de Inversión en Etapas
Tempranas) como se conoce en México, tiende a
solucionar el problema para ambos fundadores e
inversionistas, permitiéndoles realizar una inversión
en una startup sin contar con una valuación.
El SAFE es un acuerdo de inversión en virtud del
cual un inversionista acuerda realizar una aportación
de capital a una startup a cambio de convertir dicha
aportación en capital social de la startup en un
futuro, en caso de ocurrir un evento de liquidez a la
valuación determinada para dicho evento de
liquidez.
Como resultado del riesgo del inversionista por su
aportación a través de un SAFE, los inversionistas
obtienen ciertos beneficios, entre los que se
encuentran:
1. Establecer límites (techo) a la valuación futura;
2. Obtener un descuento al precio por acción al
que convertirá su aportación;
3. Derechos de preferencia para suscripción de
acciones futuras; y
4. Disposiciones de nación más favorecida
respecto a futuros inversionistas que realicen
inversiones significativamente mayores.
Las startups y los inversionistas ven a los SAFEs
como documentos uniformes, negociados y
celebrados con relativa facilidad, evitando la
necesidad de generar otros documentos legales
como convenios entre accionistas.
Diego Sánchez
Lo anterior puede presentar problemas, ya que sin la
asesoría de abogados que establezcan claramente los
acuerdos entre las partes, algunos términos y
condiciones de los SAFEs pueden generar confusiones y
resultar en conflictos entre los fundadores e
inversionistas. Los SAFEs deben de establecer
claramente los supuestos que constituirían un evento de
liquidez, el umbral para dicho evento de liquidez,
disposiciones de conversión a valuación "pre-money" o
"post-money", derechos del inversionista en caso de
insolvencia, entre otros.
En conclusión, los SAFEs presentan una buena
alternativa para realizar inversiones en rondas semillas
en startups. No obstante, tienen altos riesgos al no ser
operaciones de capital por lo que, hasta el momento de
conversión, el inversionista no será un accionista de la
startup y, a diferencia de un instrumento de deuda, el
SAFE no genera intereses y el inversionista no es
considerado un acreedor de la sociedad. En caso de no
ocurrir un evento de liquidez, la aportación del
inversionista podría quedarse en los libros de la startup
indefinidamente sin convertirse a capital.

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