Fusiona Chano el jazz
| Autor | Julieta Riveroll |
Era el año de 1993. Chano Domínguez se presentaba con su trío en el famoso Café Central, en Madrid, cuando inesperadamente sintió un pequeño golpe en la espalda, para su sorpresa era Wynton Marsalis, quien por esas fechas actuaba en el Teatro Monumental y le pedía permiso para tocar su trompeta. Así fue como el pianista español trabó amistad con el jazzista estadounidense.
"Wynton es un amante de la improvisación y le llamó mucho la atención la mezcla que hacíamos entre el blues y los ritmos de burlería, tanguillo y tango", recordó Domínguez (Cádiz, 1960), músico que ha trascendido a nivel mundial por su fusión del jazz con el flamenco.
La amistad se enriqueció cuando en 2002 Marsalis le solicitó al pianista una obra para que la interpretara la Jazz at Lincoln Center Orchestra y el resultado fue una suite de tres movimientos, De Cai a New Orleans, que por primera vez será interpretada en México en el concierto Celebremos América, programado para el 13 de octubre en el Auditorio Nacional, a las 20:30 horas.
"El primer movimiento está escrito en clave de soleá por burlerías, el segundo es una nana que interpretará el cantaor Blas Córdoba, y el tercero es una burlería donde se une la tradición del baile flamenco (de David Navarro) con la improvisación jazzística", explicó Domínguez.
Y es que el compositor gaditano, de formación autodidacta, suele presentarse acompañado por un bailaor, pues considera que la música que hace con sus pies es una rica aportación a su propuesta.
"Incluyo en mi grupo a un bailaor como si fuera un percusionista más, me encanta porque la fuerza del baile y del taconeo flamenco es única. En esta ocasión bailará David Navarro, un ejecutante cordobés que tiene una estampa maravillosa", dijo.
Para el músico gaditano, quien comenzó a tocar la guitarra flamenca a los siete años y llegó al jazz a través del rock sinfónico, la presencia de los puristas es benéfica, pues le recuerda a los músicos que no deben olvidar la tradición, pero tampoco le interesa demasiado lo que digan.
"No les hago mucho caso. Si me siento feliz y lleno con lo que hago y sé que está bien lo que estoy haciendo, me da igual lo que digan los demás", reconoció.
Con todo, el pianista consideró que respeta al 100 por ciento los ritmos flamencos y su contribución ha sido "abrirlos al mundo" a través del jazz.
"El primero que abrió la puerta fue (el guitarrista) Paco de Lucía, y a...
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