Funcionalidad de las estrategias en la politica exterior del regimen actual.

AutorCabra Ybarra, Jos
CargoNotas

Los Estados modernos en su totalidad, ante el imperativo de actuar en el medio internacional, incorporan en sus planes un capítulo orientado al desarrollo de sus acciones en tiempos determinados, en espacios específicos y mediante acciones previamente razonadas; todo ello, con el fin de, en la medida de lo posible, superar las condiciones adversas al logro de sus fines, presentes en el medio internacional como producto del efecto de factores de diversa índole; propiciar el surgimiento de condiciones más favorables, e inclusive replegarse temporal o definitivamente ante la incapacidad para revertir el orden de cosas existente.

Asimismo, la incesante dinámica que caracteriza a las relaciones internacionales obliga a los gobiernos a fijar su atención de manera permanente en el comportamiento de viejos factores y en el impacto transformador de los nuevos, a fin de proceder a efectuar los ajustes necesarios en las estrategias respectivas, las cuales, en ocasiones, en cuestión de minutos, pueden tornarse inoperantes, al tener como fundamento una situación inexistente. De lo anterior se infieren dos evidencias: una, que ningún plan fijo de relaciones puede producir una impresión exacta de la situación; y otra, que en la mayoría de las ocasiones el éxito favorece a los estadistas que de manera oportuna imponen cambios en las conductas correspondientes, inclusive en la dimensión y contenido de los fines que persiguen sus acciones. Vista de manera indicativa más que exhaustiva, la razón de ser de la estrategia en los planes de política exterior de los Estados, sus funciones primarias y algunas de sus características, resta por precisar, explicar y ubicar su función práctica.

Desde una concepción procesal, la política exterior consiste en la aplicación repetida de una serie de criterios, en apariencia constantes, a un molde infinitamente variable de factores de situación y en el ajuste subsiguiente de la conducta del Estado, como resultado de las conclusiones alcanzadas de tal aplicación, la elaboración de la estrategia tiene, en el proceso, su tiempo, su momento y su función. Ella viene a ser, al tiempo que un punto de llegada después de establecidos los criterios, determinados los factores variables que son pertinentes en la situación y seleccionado un fin, el punto de referencia obligado para la toma de decisiones, el desarrollo de acciones consecuentes y, por último, la valoración de los resultados de la conducta, en términos de los criterios originales.

Partiendo de las referencias conceptuales, teóricas y funcionales incorporadas en el esquema anterior, sus correspondientes contenidos los derivamos de lo expuesto en el capítulo concerniente a la política exterior, incluido en el Plan Nacional de Desarrollo 2001-2006, elaborado por el titular del Ejecutivo Federal, en cumplimiento de lo señalado en los artículos 26 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 21 de la Ley de Planeación, al que se sujetarán, de manera obligada, los programas de la administración pública federal.

En principio, la razón sustantiva para actuar en el plano internacional en el corto plazo, se ubica en la percepción de los efectos producidos por los cambios externos e internos en la situación que enfrenta el Estado mexicano. Entre los primeros, el impacto del deshielo bipolar en el equilibrio del poder mundial, la posición y los intereses de las naciones, así como la manera en que éstas se relacionan entre sí. El sistema internacional que se intenta instaurar a partir del fin de la Guerra Fría se aprecia disgregado, atomizado y plenamente globalizado.

En el ámbito interno, al tenor de los cambios desde la perspectiva...

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