Froylán M. López Narváez / Inocentes presuntos: PAN

AutorFroylán M. López Narváez

En el sigilo, presurosos, apremiados, actuando amistades y filiaciones, se reunieron los pretendientes de suceder a Felipe Calderón. No asistió a la reunión última el pretendiente Heriberto Félix, quien giraba por Sinaloa.

Seguramente más apremiados por disputas que por la dimisión de Santiago Creel a su senaduría, hubieron de reunirse por muchas horas; según versiones para analizar errores en los comicios cercanos -el bochorno del Estado de México en donde mandaron al sacrificio a uno de sus notorios- y, primera confesión o admisión, para promover la unidad panista.

Es que se habían lanzado imputaciones maliciosas. Por ejemplo, la de la millonaria Josefina Vázquez Mota, quien afirmó que es candidata de los panistas libres, en cuanto en su partido, dice, no hay cargada o línea. El consentimiento y exhibición de Ernesto Cordero ha dado lugar a que se le estime como el preferido o señalado por el michoacano. En vecinos meses, menoscabado por el final de su administración legalizada y más por la selección de quien habrá de cargar con el paquete o bulto heredado de un gobierno, que no Estado, ahora agobiado por matanzas sin fin y por el decremento fuerte en la economía ciudadana.

Se reconoció que el blanquiazul no está próximo a la gente, como ha sido en su historia y sus modos. Agrupación clasemediera, principalmente, no son comunes los tratos con los pobres y la pobreza, directamente. No viven el populismo populachero (lo hay de derechas) al estilo perredista, como su juanismo de ocasión y humillante. En todo caso se admitió que son muchos los pretenciosos y que conviene reducirlos a tres. Según la conseja pueblerina, "entre menos burros, más olotes" y escasa dispersión.

Nadie entiende a qué se refirió Gustavo Madero cuando aludió a "una serie de liderazgos". Ninguno es líder o lideresa de clase, agrupación, ideología, poblaciones u organizaciones relevantes.

El destape panista se prevé para octubre, cuando tarde. Antes los panistas deberán actuar como inocentes presuntos, esto es sin que sean imputables de deslealtades y quizás sin anticipar, más que convenir, transa, contraprestaciones, das y doy, como la que arregló FCH con la inefable y desconfiable Elba Esther Gordillo. La señora Vázquez las llama "definiciones". Puede ser así, con los entreguismos calderonianos con el sindicato charro y venal, Calderón "definió"...

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