Froylán M. López Narváez / La familia irreal
| Autor | Froylán M. López Narváez |
Es pasmosa la ingenuidad o malicia pueril de los políticos que creen engañar a quienes les atienden, con actos y ceremonias que suelen ser intenciones pretenciosas, encubiertas con dichos y anuncios convalidables por las apariencias y los proyectos que se aceptan como amables, benevolentes. Seguramente esto tramaron los Fox, la familia presidencial y la dirigente sindicadora Elba Esther Gordillo, en una reunión para convenir la promoción de una "cultura de la legalidad".
Según el propósito aparente el buen afán de los políticos que se reunieron en una secundaria técnica, su iniciativa aspira a forjar una "seguridad integral en las comunidades educativas". Piensan que si les endilgan a los escolares infantiles y juveniles juegos políticos (hacer elecciones en cada grupo, nombrar presidentes rotativos y volverles vigilantes de sus compañeros) fomentarán valores cívicos y autoprotección. Según la Gordillo "un maestro, sin el policía, tampoco puede lograr su objetivo". En consonancia, un escolar que no sea, también, un gendarme en su escuela, no podrá lograr seguridad constante.
No es raro en la historia de la humanidad, en todos los países, comisionar a niños y adolescentes para que cuiden y amparen a los unos y a los otros. En México la exaltación llega al punto de una veneración formal a los llamados Niños Héroes, que, alegan algunos revisores de las historias oficiales, ni eran tan niños ni tan heroicos. Pero sin mitos sociales no se puede cohesionar ni manipular comunidades.
Es por esto que, dicen los promotores, los maestros inculcan el valor de la legalidad y la responsabilidad en sus salones y clases y recreos. No se ha propuesto agregar letra al himno nacional y adicionar "un soldado/y un gendarme/ en cada hijo te dio". No hasta la fecha, al menos. La idea central es introyectar en los mexicanos nuevos, frescos, jóvenes, la conciencia de que la ley es la "única" herramienta para que la gente conviva armónicamente. Seguramente habrá lecciones y pláticas para hacer saber que la legalidad ha sido mas bien fruto de combates, regularmente fraticidas, y que las leyes pueden ser, y son en mucho, injustas, consecuencia de estirpes, clases sociales o de poderosos económicos y en todo caso creaciones de quienes dominan legislaturas, judicaturas y poderes ejecutivos.
También se piensa que las leyes son creación de la naturaleza, de mandatos divinos, de racionalidades puras, impolutas o de inteligencias excepcionales que dictan lo que conviene a...
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