Froylán M. López Narváez / Amagaos los unos a...
| Autor | Froylán M. López Narváez |
Las calenturas preliminares a la asunción formalizada del Poder Ejecutivo federal las estimulan las advertencias reiteradas -desde que se decretó que Felipe de Jesús era Presidente electo- del Partido de la Revolución Democrática que impedirían que el panista de cepa fuese ungido ante el Congreso de la Unión y con una bola de invitados muy acá y muy allá. Días y días, declaraciones y declaraciones divulgando que sí habrá ceremonia tradicional y que no, que no, la habrá.
Aquí se presentó maqueta y presunto proyecto de que el Estado Mayor Presidencial estableciese y protegiese una sede alterna a la Cámara de Diputados, para que los opositores no se escudasen en el recinto de San Lázaro, su sede y ámbito, bajo sus poderes y anfitronía. El perdedor de las posiciones mayores (gobierno del Distrito Federal, candidatura panista a la Presidencia de la República) Santiago Creel se hartó, expresó en una audiencia periodística, de amenazas y amagos en contra de las "instituciones" de la República. No hay tales instituciones sino institucionales, ciudadanos a quienes conviene y va bien el actual estado de cosas.
Creel asegura que la mayoría de la sociedad "queremos vivir en paz y no con violencia". Lo cual implica que ha de saber de personas que quieren "vivir" en guerra, peleando todo el tiempo, a todas horas y en todos lugares. Muchos querrían entender que los belicosos de tiempo completo son los "perredistas", sus aliados, colguijes para sus denostadores, como los activistas de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca. Éstos estarán en la Ciudad de México el día 20 de noviembre para la toma de protesta de la Presidencia legítima, que no legalizada, de Andrés Manuel López Obrador y su colegio de funcionarios sin presupuesto ni organigrama o estatuto que les tutele o dirija.
Ya se comprometieron los amlianos a tutelar, censurar y vigilar la acción e intenciones de los adheridos a FCH. Temen privatización de industrias clave, las energéticas, y enriquecimientos otros con bienes y servicios estatales, principalmente.
Se azuza a Felipe de Jesús para que no se raje. El michoacano no ha soltado prenda al respecto. No le ha dado por las balandronadas como las de su ex jefe Vicente Fox, a quien le urge retornar a su rancho, a apapacharse con su dama de hierro. Se retira con demandas civiles y penales y con decepciones muy amplias. Deja un país con la bronca descomunal del homicida cotidiano del narcotráfico, con matanzas y alardes de insania, degollados...
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