Froylán M. López Narváez/ A volar

AutorFroylán M. López Narváez

Con decisión alegre y pugnaz, la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación se declaró en estado de huelga para reclamar mejoras y cumplimiento de acuerdos pactados con Aeroméxico. Casi inmediatamente se decretó requisa y se anuló fundamentalmente el arma primaria y fundamental de la defensa de los trabajadores. A los 13 días del pleito se entendía que no se llegaría a un acuerdo, el lunes por la noche.

Vulnerados en su defensa, no obstante, los sobrecargos cumplieron con la ley y acataron la condición sui generis de seguir laborando en huelga. También prontamente se repudió la medida oficial y se anunció que no cejaría su empresa reivindicatoria. Los negociantes de la empresa alegaron que no accedían del todo a las demandas de los trabajadores pues habían cumplido, ciertamente, con lo pactado y hacían saber que si bien el negocio está en buenas condiciones, no obstante la inflación les vulneraba y también estaban calculando el futuro de Aeroméxico sujeto a competencias fuertes y a alzas menoscabadoras.

Hasta el lunes no se habían suspendido las negociaciones. El director adjunto, Arturo Barahona, ha aducido que habían acordado un aumento de 12 por ciento directo al salario y 3.4 por ciento en prestaciones. También sostuvo que habían duplicado su oferta de contribución para la construcción de una guardería con 6 millones de pesos.

A la una de la tarde de ayer se divulgó que era probable un arreglo terminal. También se dijo que se suspenderían los paros solidarios: paro de dos horas de Mexicana de Aviación, de Aeromar; lo mismo hubieron de haber cumplido el Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana que aseguró que suspendería el trabajo de las operadoras de larga distancia nacional e internacional de las 13:00 a las 15:00 horas, no atenderían al público en ese periodo y lo mismo con los trámites administrativos con los usuarios; lo propio habrían de haber hecho miembros del Sindicato Mexicano de Electricistas: no se tramitarían pagos, no habría tomas de luz, no se arreglarían fallas no estratégicas.

La Unión Nacional de Trabajadores, la agrupación que con mayor frecuencia entiende que las batallas laborales les incumben y que la solidaridad es conveniencia e instrumento para sus distintos agrupados, puede ser clave en la disputa por los bienes del trabajo mexicano, desde hace dos décadas en deterioro según se verifica por la pérdida del poder adquisitivo y la gangrena del desempleo. De haber parado se advertiría que no todos los...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR