Froylán M. López Narváez / El marranero

AutorFroylán M. López Narváez

Son fuertes y precisos los indicios que auspiciaron que la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal ejerciera acción penal en contra de Carlos Agustín Ahumada Kurtz y Gustavo Ponce Meléndez, el primero empresario naturalizado mexicano, allegado tempranamente a movimientos sociales rebeldes en su país natal, Argentina, y el otro, de seguro con problemas síquicos acusados por despilfarrar dineros frutos de corrupciones imputadas.

El entredicho siniestro, justificable, en cuanto hace a principales del Partido de la Revolución Democrática, a la Jefatura de Gobierno de la capital del país, a la presunta eminencia rapaz de militantes y funcionarios, que si bien no alardean ya de revolucionarios, sí por lo menos de reformistas radicales, izquierdizantes, llevó a la jugarreta de las pulsiones de "popularidad", a la encuestitis que se quiere crónica y que suele ser instrumento para favorecer o desfavorecer, sin que prevalezca el empeño de conocimiento verosímil de la indagación de preferencias electorales.

Por más que se puedan fundamentar y sancionar las imputaciones penales y partidarias, es creencia, pronto certidumbre, que el desenmascaramiento y denuncia de inmoralidades es usada y se usará (Leonel Godoy declaró que es válido el empeño político de denostar y usar errores para devaluar al prójimo opositor) para hacer creer, o hacer saber, dicen los acusadores y denostadores políticos, que Andrés Manuel López Obrador es responsable y aun culpable de las fechorías y yerros de sus funcionarios. Por lo pronto, se trata de patentizar, pregonan, que la "honradez valiente" no tiene amparo, es demagogia, mentira.

Algunos festejan que el "Pejelagarto" ya mordió el anzuelo, y que está atrapado, que no es indestructible, que pronto estará frito. No es lo más probable, ni seguro. En todo caso, se pudiese retirarle de la Jefatura de Gobierno, si fuese defenestrado, habría que anticipar, no sólo los costos políticos, que es negocio de partidos, candidatos y precandidatos, sino el costo social y moral, benéfico o no, de una batalla y ganancias de ese tipo. Por lo visto son horas de comer lumbre, de todos.

Se han anunciado defensas y ataques perredistas. Con el auxilio de un profesional de la televisión, de la producción documental de videos, Carlos Mendoza, director del Canal 6 de julio, sin militancia partidaria pero ha tiempo cercano al PRD, se ha señalado, con evidencias técnicas irrefutables, lo que todo mundo, muchos, pensaban y sostienen: que el...

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