Froylán M. López Narváez / A balazos

AutorFroylán M. López Narváez

El combate entre elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional y un grupo de narcotraficantes en Tlatlaya, en el sur del Estado de México, fue muy mortífero. Se cuenta al principio a 22 civiles muertos. Fue la conclusión de un operativo.

Como acaece en muchos estados del país, se buscaba un narcolaboratorio. Muy probablemente este poblado sabía, y quizás se beneficiaba, en ese lugar con sólo 250 habitantes. Así se remedaba lo que ocurre en muchas partes. La criminalidad se agrupaba bajo el nombre de Guerreros Unidos.

Las consideraciones comunes creen que el narco es, solamente, obra maligna de rufianes. Es difícil advertir que la drogadicción empieza con los adictos. Pareciera un simplismo verista mantener la idea de que si no hay drogadictos, u ocasionales, gastadores, no habría el drama de la droga.

Igualmente es simple el señalamiento de que el acicate para la búsqueda y recurso a los estimulantes, al final deprimentes, es un trasiego en pos de apaciguamientos o enardecimientos todos efímeros. Habrá de disculparse la insistencia también en que las convivencias suscitan malestares, más de uno permanente. El combate contra la droga principal, el alcohol, en bebidas de consumo abundante, consentido y promocionado.

Se adjudica y reprueba lo que concierne a la droga, entre ellas a la sintética. Las decisiones de los colegios de la malvivencia enervante, a los miles de productores, distribuidores y consumidores, no son originados por admisión social vasta de que el empleo de estimulantes de este corte es sano, noble o necesario.

Y así, en la mayor parte de las naciones, sobrevienen luchas en el afán de reducir, inhibir, estos males; algunos, no pocos, lo consideran un bien. A pesar de medidas antialcohólicas, o persecución de ciudadanos considerados delincuentes y nocivos.

Por más que las personas alcoholizadas causen, y con mucho, tragedias al matar, herir a millares, el encono es contra la criminalidad del narcotráfico. Ahora se observa a una joven policía que bajo el influjo de unas "chelas", dio muerte y heridas a ciudadanos.

Las alarmas las causan los operativos y sus consecuencias. No menos el empleo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR