FRONTERA INVISIBLE / ¿Termina el romance?

AutorSergio Muñoz Bata

Si la condición para que los demócratas conserven sus mayorías en el Congreso es que en dos meses baje el desempleo a una cifra aceptable, lo único que le queda al partido del Presidente Obama es tirar la toalla desde ahora.

Evidentemente, ni Obama ni su partido piensan que ese sea el caso y alegan, no sin razón, que resolver la maraña de problemas que su antecesor le dejó no es cuestión de meses ni de un par de años. El problema para los demócratas, sin embargo, es que un sector importante de los votantes no ve la luz al final del túnel del desempleo y todo indica que ha perdido la paciencia.

Hace dos años, Obama hizo historia al ganar 53 por ciento del voto, porcentaje impresionante para un candidato demócrata con una base partidaria de 35 por ciento y considerando que los independientes forman un 30 por ciento de los votantes.

La hazaña fue posible porque una novedosa y hasta entonces impensable coalición de jóvenes, mujeres, latinos, negros y blancos con mayores índices de educación, se fascinaron con el mensaje y el carisma de Obama. Hoy, sin embargo, el apoyo al Presidente entre los miembros de esta coalición ha venido a menos y sólo los afroamericanos siguen tan firmes como en noviembre de 2008.

Curiosamente, Obama sigue siendo el político más popular en el país con un índice de aprobación que ronda el 45 por ciento, y los demócratas siguen teniendo un mayor grado de aceptación entre los votantes que los republicanos, 36 por ciento contra 30 por ciento, pero la elección intermedia la decidirán los independientes, y la mayoría de estos están inconformes o con la actuación del Presidente o con la de la mayoría demócrata en el Congreso o con ambos.

Otro factor que actúa en contra del Presidente y su partido es que por regla general en las elecciones intermedias se reduce en un 26 por ciento el número de votantes. Es decir, van a votar las bases duras de cada partido y los que se sienten agraviados y quieren castigar con su voto a quienes a su juicio son los causantes de su agravio.

Muchos votantes desilusionados piensan que ni el Presidente ni la mayoría demócrata en el Congreso han mostrado su disposición a trabajar constructivamente con la Oposición. En este sentido, creen que un gobierno dividido en dos partes más equitativas obligaría a ambos partidos a gobernar de manera consensuada.

Obama ha tratado de todas las formas posibles de convencer a los votantes de que el problema es que a los republicanos en el Congreso no hay proyecto...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR