Frontera Invisible / Reflexiones de fin y principio de año

AutorSergio Muñoz Bata

Tampoco cayó algún equivalente al muro de Berlín o sucedió otra revolución semejante a la cubana.

Y aun cuando se avanzó en el reconocimiento del problema del calentamiento global, el año pasado no hubo un desarrollo científico significativo por su profundidad o alcance. Lo que prevaleció por todo el orbe fue la violencia sectaria y la tensión política.

En el panorama mundial, Iraq fue protagónico por cuarto año consecutivo sobre todo por la continuación de la violencia indiscriminada en la era de la ocupación militar estadounidense. También porque la permanencia de las tropas estadounidenses ahí es tema central de la carrera presidencial al 2008 en EU y motivo de desasosiego mundial.

El personaje del año fue, muy probablemente, Vladimir Putin, quien sofocando a sus opositores y castigando a la libertad de expresión reimplantó el autoritarismo en Rusia y se esmeró por recuperar para su país un espacio semiprotagónico en la escena internacional con un discurso agresivo sustentado en los altos precios del petróleo.

Aún es demasiado temprano para saber cuáles serán las implicaciones mundiales del reciente asesinato de la líder de la oposición paquistaní Benazir Bhutto, pero la inestabilidad política de un país que cuenta con un arsenal nuclear y sirve de refugio a Osama Bin Laden y sus seguidores presagia más conflicto en la turbulenta región.

Otra tendencia negativa que se acrecentó en 2007 fue la intolerancia religiosa.

Aumentó el número de inocentes victimados por el fanatismo musulmán y se multiplicaron las confrontaciones violentas entre musulmanes y cristianos en el Líbano, Egipto y Etiopía.

En EU, en medio de una campaña electoral en la que se busca borrar la línea de separación entre la Iglesia y el Estado, Mitt Romney, uno de los candidatos republicanos a la presidencia afirmó que "no hay libertad sin religión ni religión sin libertad," en una diatriba contra el Estado laico. No menos alarmante ha sido la resurgencia del antisemitismo en algunas partes de Europa.

América Latina no fue protagonista. Pese a los delirios, los pleitos callejeros y los petrodólares, Hugo Chávez sigue siendo un personaje de reparto en la escena mundial. La prolongada agonía del dictador más viejo del mundo sigue impidiendo la instauración de la democracia en Cuba. Las controvertidas asambleas constituyentes fundacionales en Bolivia, Ecuador y Venezuela fomentan la división interna en vez de zanjar las diferencias. Y ni la sucesión hereditaria en Argentina...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR