FRONTERA INVISIBLE / Auto de fe

AutorSergio Muñoz Bata

Pero empecemos por la andanada lanzada desde las barricadas electrónicas. Para Ann Coulter una escritora famosa por sus expresiones anti semitas y quien ha dicho que Estados Unidos estaría mucho mejor si todos los americanos fueran cristianos, la candidatura de McCain la orillaría a votar por el diablo o, en su defecto, por Hillary dado que éste es un traidor a la causa republicana.

No menos contundente ha sido el famosísimo Rush Limbaugh, quien a pesar de sus discursos moralistas contra el uso de drogas ilícitas estuvo internado en un hospital para curar su adicción a ciertos medicamentos y quien asegura que el verdadero propósito de McCain es destruir al Partido Republicano.

Para Hugh Hewitt, otro comentarista del circuito de radio de la extrema derecha, McCain es un chaquetero cuyos votos en el Senado casi siempre han favorecido a los demócratas.

Aparentemente, lo que este grupo de comentaristas no le perdona a McCain es su participación en la elaboración del proyecto de ley de reforma integral del sistema migratorio, que incluía la legalización de quienes viven y trabajan ya en Estados Unidos.

Tampoco olvidan su oposición a explorar y perforar pozos petroleros en Alaska, su preocupación por el cambio climático, su voto en favor de que Estados Unidos formara parte de la Corte Criminal Internacional y, sobre todo, su disposición a trabajar con los demócratas en el Congreso.

También ha sido radical la reacción de ciertos líderes del movimiento de la derecha evangélica, como por ejemplo James Dobson, quien en un comunicado a su membresía declaró que si McCain capturaba la nominación republicana, y dado que nunca votaría ni por Clinton ni por Obama, él y su grupo tendrían que optar por la abstención en noviembre.

Tradicionalmente, el voto de la derecha evangélica, que representa aproximadamente un 14 por ciento del electorado, ha sido un firme pilar en la elección de candidatos republicanos. En 2000, por ejemplo, George W. Bush obtuvo el 79 por ciento de los votos de quienes se identifican como parte de la "derecha religiosa" y el 62 por ciento de éstos confesaron atender a servicios religiosos más de una vez a la semana.

Son personas que están en contra de la legalización del aborto y de la eutanasia, pero apoyan la pena de muerte; se oponen al alza de impuestos, promueven el adelgazamiento de la burocracia federal y...

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