Desde la Frontera Norte / Desmigratorizar, ¿otra vez?

AutorJorge A. Bustamante

Se está perfilando como la misión principal de la delegación mexicana en la ONU el lograr un lugar en su Consejo de Seguridad. Buscar más apoyos para ese objetivo será una alta prioridad que anime el viaje a Nueva York de la canciller mexicana, Patricia Espinosa. Allá tratará de buscar más apoyos para lograr que México ocupe un lugar en el Consejo de Seguridad del organismo, como miembro no permanente para el periodo 2009-2010. Para este objetivo, México parece contar con el consenso de los gobiernos latinoamericanos, según se publicó en este diario en su edición del 21 de septiembre. Tal objetivo es legítimo y merece todo el apoyo desde México. Sin embargo, no debe buscarse a costa de "desmigratorizar" la política bilateral, como lo expresó inicialmente el presidente Calderón al principio de su gobierno. Esto es un error derivado de la ignorancia de la historia de las relaciones entre México y Estados Unidos y de la cultura política de ese país. Quienes se han pronunciado por la tesis de que la eficacia de México en la ONU está condicionada a una "desvinculación" de los problemas bilaterales de la relación con Estados Unidos, suponen equivocadamente que tal desvinculación pudiera lograrse como una decisión unilateral. Como si México tuviera la capacidad de imponerle, o cuando menos de persuadir a Estados Unidos de desvincular su política migratoria, de cualquier otra acción que el gobierno de México definiera como correspondiente sólo a la agenda internacional o sólo al área "multilateral"; como si tal definición unilateral de parte de México tuviera el efecto mágico sobre quienes toman o proponen las decisiones de política migratoria de Estados Unidos que, por cierto, afectan a más de 13 millones de ciudadanos mexicanos (6 millones de indocumentados y más de 7 documentados) que residen con propósitos permanentes en Estados Unidos, de no prestar atención alguna a lo que México haga o diga en el contexto de la ONU, sólo porque nuestro país decidió "desvincular" lo migratorio de su política multilateral. Sólo ignorando la historia de las relaciones bilaterales con Estados Unidos se puede argüir que México debe llevar el tema de la migración a la ONU, como si no lo hubiera hecho antes, como lo hizo cuando México decidió ser uno de los países promotores de la Convención de la ONU sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y sus familiares, que fuera aprobada por la mayoría de los Estados miembros de la ONU en...

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