FRICASÉ / Trifecta de farsas

AutorEl Abogado del Pueblo

No hay forma de esconder el hecho de que, lejos de avanzar, México ha RETROCEDIDO de una manera lamentable durante el sexenio de Enrique Peña Nieto.

La evidencia está por doquier para quien la quiera examinar y varias ONGs del todo respetables la han puesto de manifiesto al reprobar de manera certera y fulminante el sexenio-farsa de Peña, el que todo prometió y NADA cumplió.

Escoja el tema, amigo lector, y las cifras (aun amañadas por ellos mismos mediante cambios de metodología para hacer lucir menos peor al sexenio) lo dicen todo.

Inseguridad: se planeó para 2018 una meta de 12.8 homicidios dolosos por cada 100 mil habitantes, pero la realidad es que en 2017 la cifra es de 16.9.

Todo esto bajo Peña y sus genios colaboradores. A nadie más puede culpar, sino a sí mismo.

Pobreza: en el 2012 había 53.3 millones de mexicanos viviendo en la pobreza; en el 2016 la cifra es de 53.4 millones. Lejos de erradicar la pobreza, como lo prometió, Peña la ha incrementado.

Corrupción: La investigación por parte de la PGR en el caso de los sobornos de Odebrecht -confesos por ésta- a Emilio Lozoya, entonces director de PEMEX, y aportaciones ilegales de esta empresa a la campaña presidencial del 2012, a cambio de jugosos contratos, está frenada y oculta por la PGR. Aquí no se hace justicia, sino que se distorsiona para proteger a los culpables.

La investigación de la SFP a la SCT por las fallas del socavón en el Paso Exprés México-Cuernavaca ha sido armada a modo para exonerar al verdadero responsable de todas las deficiencias y corrupción de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza, y sus relaciones insanas con ciertas constructoras, quienes además les "pusieron casa" a varios altos funcionarios del actual Gobierno, entre ellos al propio Presidente, su ex Secretario de Hacienda y su Secretario de Gobernación.

Ello por ser Ruiz amigo, colaborador desde el Edomex y fiel escudero del Presidente y su círculo íntimo.

Mal administrador: pese a una deuda récord, la administración de Peña es la que porcentualmente MENOS ha invertido en infraestructura de las últimas cuatro. Todo se le ha dado en incrementar el gasto corriente.

Éste el no productivo, el que se lleva la burocracia en dispendio y caprichos, como comelitonas, guaruras, helicópteros y avioncitos.

Ernesto Zedillo -hasta hoy el Presidente más honesto e íntegro que ha tenido el PRI- dedicó el 13.7 por ciento del presupuesto programable a obra pública; Vicente Fox...

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