Fricasé / Tema espinoso

AutorEl Abogado del Pueblo

Si el Gobernador electo, Nati González Parás, hubiese hecho el anuncio respecto a su intención de crear una Subsecretaría de Asuntos Religiosos en presencia de TODOS los representantes de las diversas religiones que se practican en nuestro Estado, la crítica se hubiese orientado hacia lo indebido de crear más burocracia en el aparato estatal.

Pero como el anuncio -el primero oficial- fue en la exclusiva presencia del representante del gremio católico de la entidad, Francisco Robles Ortega, toma otros ángulos.

Tal pareciese que la Subsecretaría de Asuntos Religiosos en realidad fuese la Subsecretaría de Atención al Arzobispo Robles.

Cierto es que la católica sigue siendo la Iglesia "de las mayorías" mas, como el propio González Parás ha dicho que él "gobernará para todos", quizá debió haber incluido al Rabino Moisés Kaiman, líder de la cuantiosa e influyente comunidad judía regiomontana, así como también a los líderes de los evangélicos, de los presbiterianos, de los luteranos, y hasta de los mormones -conocidos como miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Ultimos Días (que en realidad está mal traducido al español, porque "Latter Day Saints" más bien quiere decir "santos recientes")-, así como los representantes de otras religiones que se practican en la comunidad y cuya presencia es evidente.

Por otra parte, en ningún lado se percibe que exista una CRISIS en la relación entre las Iglesias y el Gobierno del Estado.

O sea que esta medida parece ser la respuesta a una pregunta que nadie ha planteado.

La relación Iglesia-Estado es importante, mas en nuestras leyes está plasmada la separación de los dos así como la necesaria independencia de uno del otro para que cada quien desempeñe el rol social muy específico que le toca, uno en lo material y el otro en lo espiritual.

Por el lado positivo de la medida -buscándole uno- está lo implícito: que el nuevo gobierno se esmerará en lograr un acercamiento institucional con la (¿o las?) iglesia de nuestra comunidad, y uno espera que con los fieles practicantes de las mismas.

¿O acaso esta nueva relación está planteada para incluir solamente al liderazgo eclesiástico?

Cabe resaltar la pretendida institucionalidad de la medida para que se pueda, en consecuencia, debatir su mérito.

Antes, en otros gobiernos, la relación Iglesia-Estado era un asunto que el Gobernador en turno llevaba a título personal, directamente con los representantes de las iglesias.

El anterior Arzobispo de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR