FRICASÉ / Elogios pagados

AutorEl Abogado del Pueblo

Si nuestro Congreso no fuese comparsa del Poder Ejecutivo (sobre todo el Senado), estaría ya acusando de malversación de fondos públicos al Gobierno federal, el cual desde el 2013 a la fecha no se ha ajustado NI UN SOLO AÑO al presupuesto autorizado para gastos de publicidad y autopromoción.

De acuerdo con nuestra Constitución y con nuestras leyes y reglamentos, el gasto autorizado por el Congreso en el presupuesto anual no puede excederse, pues dentro de nuestras prácticas republicanas el GASTO lo autoriza el Congreso, no el Ejecutivo.

En teoría lo que no está autorizado, no se puede gastar, ¡punto!

No obstante, nuestro Gobierno federal más que DUPLICÓ en el 2013 el gasto que le autorizó el Congreso en el ramo de publicidad; en el 2014 lo excedió en un 94 por ciento; en el 2015 lo TRIPLICÓ y en el 2016 ¡lo CUADRUPLICÓ!

Es decir, el Poder Ejecutivo se pasa por el arco del triunfo el presupuesto que le autoriza el Congreso, lo cual es inconstitucional, además de indebido e inmoral.

Y no hablamos de bicocas: en estos cuatro años este gasto suma 23 mil 683 millones de pesos.

Estos excesos en el gasto de publicidad del Presidente Peña y su Gobierno, además, resultan inútiles porque ni con ese excesivo gasto se pueden superar los golpes a la imagen que le han creado los DESATINOS de su propio Gobierno.

No existe publicidad alguna, por más cara o elaborada que sea, que pueda contrarrestar los gazapos y pérdida de imagen que acongojan al Gobierno de Peña, pues el problema que enfrenta éste en cuanto a su imagen se refiere tiene que ver con ACTOS palpables de gobierno que afectan cotidianamente a la ciudadanía.

Si acaso lo dudan, basta sólo el ejemplo reciente de los SOCAVONES en nuestras recién inauguradas carreteras, indicativos de incompetencia extrema (o corrupción extrema) en la SCT que comanda su cuatacho del Edomex, Gerardo Ruiz Esparza, y que Peña sostiene a capa y espada, pese a las sobradas muestras de fallas que indican por su parte una muy cuestionable actuación al frente de esta dependencia.

A un ciudadano que lo extorsionan en su negocio o que ha padecido un asalto en la vía pública, o que ha sufrido él o en su familia el calvario de un secuestro, ningún ELOGIO COMPRADO lo va a convencer de que las cosas andan bien, siendo la realidad que vive otra muy distinta.

Cuando la violencia (y los socavones) levantan su cabeza para gritar "¡Aquí estamos!" no hay forma de generar una imagen positiva, se gaste lo que se gaste.

Olvida el...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR