FRICASÉ / Las calacas del clóset

AutorEl Abogado del Pueblo

En diciembre pasado, un ex Secretario de Estado nos comentó que había visto al ex Presidente Miguel de la Madrid y que su salud era mala.

Ayer mismo, un respetado amigo, dotado de harto seso, quien recientemente convivió con el ex Presidente, nos dijo también que era hoy "una sombra de lo que antes fue".

Entonces, de que el Lic. De la Madrid Hurtado está enfermo no hay la menor duda, de que pueda "chochear" quizás, de que se le olviden cosas o las repita, probablemente.

Pero para el grueso de la opinión pública, lo que le dijo -y está grabado- a la colega Carmen Aristegui es algo que, una vez dicho, es imposible renegar de ello.

Diferente cosa es que no lo pueda probar, pero a nadie que lo escuche de viva voz le puede quedar la menor duda de que lo que dijo es lo que el ex Presidente -que posee el dudoso honor de haber registrado bajo su batuta el índice inflacionario más alto de nuestra historia (186 por ciento anual en 1988)- es lo que realmente piensa.

En el escenario político actual, recordemos, está muy activo quien fuera su ex secretario particular, Emilio Gamboa Patrón, instrumental en el ascenso de Carlos Salinas de Gortari a la Presidencia, ex colaborador de éste y hoy líder de la fracción priista de la Cámara de Diputados, quien junto con el líder del Senado, Manlio Fabio Beltrones, son los titiriteros del guiñol tricolor.

Tras la detonación de la "bomba" y de que el ex Presidente De la Madrid sacó -quizás sin medir- algunos poquitos esqueletos de ese clóset priista, entraron en acción estos "operadores" para convencerlo de que se retractara con el fin de "no dañar la imagen del partido" en época electoral.

Cabe hacer mención, de pasadita, de que el clóset de los esqueletos priistas es ligeramente más grande que el Salón de los Espejos del Palacio de Versalles. ¡Y ya no le cabe ni un alfiler!

A lo que vamos es a que lo dicho dicho está, una palabra pronunciada no puede despronunciarse, a lo único que podrían aspirar los pastores del rebaño tricolor sería a darles algún contexto o matiz.

Entonces, el tema de la megacorrupción en el PRI sale a relucir de nuevo para sumarse a los relatos adicionales de corrupción generalizada del servicio público en el que quedan todos embarrados (PRI, PAN y PRD) que Carlos Ahumada detalla, generando harta repugnancia, en su reciente libro...

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