FRICASÉ / El Abogado del Pueblo/ Irresuelto
No pretendemos mojarle las velas del pastel celebratorio a nadie, pero es preciso señalar por aquello del no te entumas que "el" problema original queda totalmente irresuelto.
Es decir, HOY se rifarán 100 premios de 20 millones de pesos cada uno en un sorteo especial "equivalente" al precio del ex avión presidencial, pero el avión en sí AHÍ ESTÁ, en el Hangar Presidencial generando los COSTOS de arrendamiento y mantenimiento igual que antes.
Se dijeron muchas cosas, que ya había una oferta, que ya mero se vendía, que lo iba a adquirir un equipo deportivo, bla, bla, bla.
Nada de esto fue cierto: el avión no se vendió, ahí está, y el rollo de la rifa de hoy sirve como un simple distractor, una cortinita de humo para tapar el hecho de que en dos años no pudieron en este Gobierno resolver satisfactoriamente el problema de qué hacer con él.
Por supuesto que el Presidente López le sacó muy buen kilometraje político al tema, pero en términos financieros y económicos, el carísimo, suntuoso y desorbitado avionzote Boeing Dreamliner que Calderón pidió para Peña Nieto sigue intacto, un monumento a la soberbia de AMBOS, que en sus sueños bohemios creían que eran merecedores de un transporte personal del tamaño y del precio máximo en el mundo.
(Cuando en realidad con un asiento en clase turbina de Aeromaybe hubieran ambos quedado bastante sobrados.)
Somos los primeros en reconocer que el problema no lo gestó el Presidente López, sino que fueron sus predecesores mencionados quienes le heredaron la carroza que se tornó en calabaza.
Lo que sí es imputable al Presidente López es el no poder deshacerse de él en concordancia con lo que había prometido, tanto en campaña como ya de Presidente.
En consecuencia de esta inhabilidad nos quedamos los mexicanos con un DOBLE problema:
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- No se ahorran GASTOS del erario, onerosos, que deben ser destinados a los pagos de arrendamiento y mantenimiento del avión, aunque esté parado.
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- Es un BIEN, un activo, muy caro que NO SE APROVECHA, que no presta ningún servicio a la nación ni le ayuda en nada.
Lo triste de estos casos es que entre más esté parado menos vale, por lo que su única valía actual es como símbolo político.
Uno cuya novedad se desgasta con el paso del tiempo, lo mismo que el avión en sí.
Es muy probable que al Presidente López le haya faltado una buena y capaz asesoría en el tema para así poder acertar en qué hacer con él y que tenga algún sentido.
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