Frenesí Político / Todo, por no saber negociar

"Cuando uno se enfrasca en un proyecto político de magnitud nacional como la obtención de la presidencia de la república, en lo que menos se piensa es en los pagos a futuro por las formas empleadas para conseguir el fin".

Al parecer esa es la explicación más racional que pudiera darse sobre la tan famosa organización "Amigos de Fox", situada ahora en el banquillo de los acusados por sus poco claros procederes reacaudatorios durante la campaña presidencial.

En principio el proyecto era muy cuesta arriba y los operadores económicos justificaron en su momento la obtención de dinero de donde fuera, con tal de ganar las elecciones. Si como era de suponerse en ese tiempo por los antecedentes reiterados sexenio tras sexenio, no se lograba el objetivo, nadie se ocuparía de investigar a detalle los pormenores de la recaudación, y en cambio, si se hiciese "la chica" y se ganaba la presidencia, ¿quién se atrevería a cuestionar la legitimidad del nuevo gobierno, cuando el anterior forzosamente tendría cola que le pisaran?

Bajo esa fría lógica política que justificaba en su momento cualquier acción recaudatoria, Lino Korrodi -por mencionar sólo a quien se ha vuelto blanco directo en este suceso, pero que no es el único ni el más encumbrado en esa organización, porque es lógico que siempre se informe a la parte más interesada como el candidato, por razones obvias de reconocimiento- no tuvo empacho en recibir y distribuir el dinero procedente del extranjero y de otras fuentes diversas, con la seguridad de que más que problemas a...

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