Frenesí Político / Machetes ensangrentados

Los machetes de San Salvador de Atenco en el Estado de México, ya probaron sangre. Durante meses fueron utilizados solamente como eficaz amenaza de utilería (que logró en su momento evitar la construcción de un nuevo aeropuerto internacional que hubiera cambiado la geografía local y su economía), y hoy, en un asunto menor, un acto de supuesta rutina municipal de desalojo de comerciantes ambulantes, salieron de su funda y derramaron la sangre de doce policías.

Cuando redactamos esta nota, el pueblo de San Salvador de Atenco se encuentra de nueva cuenta en pie de guerra, envalentonado por su triunfo pírrico de cuando evitó la construcción del aeropuerto y por las palabras del subcomandante Marcos, pero principalmente por el trato blandengue de las autoridades federales que nunca supieron encuadrar y negociar el problema de la compra de predios, y dieron la impresión de haber temido a las bravatas de los machetes.

Ese es uno de los peores pecados de la administración foxista. Haber dejado la impresión en todos los pobladores de ese municipio, que todo lo podrían solucionar a su favor a partir de enseñar los machetes. Y durante meses la valentía de utilería de los machetes fue contratada y paseada en cada conflicto social relevante en muchas ciudades de los estados de la república, como el "coco" de moda para...

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