Frenesí Político / Imposible sustraerse al fenómeno Fox

Aun deseándolo fervientemente, en México resulta imposible sustraerse al fenómeno Fox. Menos cuando se tiene el oficio de pergeñador de comentarios políticos y la fuente principal de información son las acciones de gobierno, y éstas son presentadas por el Ejecutivo mismo en forma tal que propicia se desvirtúen.

¿Cómo pueden comentarse positivamente como sugiere el Presidente asuntos tan importantes como los programas nacionales de asistencia social, cuando en vez de difundir el gobierno cómo y por qué se implementan, se dedica a presentarlos a la sociedad con la envoltura partidista como si nunca antes hubieran existido programas de esa naturaleza?

¿Cómo tratar otros asuntos trascendentales para la vida nacional, cuando el Presidente está más interesado en actuar como director de imagen de su esposa o como encargado del área de proselitismo del partido en el poder?

Inmersos ya en la problemática de la relación Presidente-Medios de comunicación, cabría recordar que la prensa sólo actúa como caja de resonancia, donde se abordan los diversos temas según los modos como se presentan originalmente.

Son los medios de comunicación tan sólo espejo, amplificador potente y fiel de las realidades. Si el primer mandatario emite señales de proselitismo político, los medios no hacen más que interpretarlas y transmitirlas. Si el Presidente decide disputar a través de ellos, con otros actores políticos, la prensa no puede menos que presentar al público los diversos aspectos y opiniones que tal disputa suscita.

El tema de la pareja presidencial, tan polémico no tanto...

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