Frenan decisiones celos 'nacionalistas'
| Autor | Daniel Millán y Roberto Zamarripa |
MURAL / México
Jorge G. Castañeda juzgó que si en México no se cambia la actitud antinorteamericana que fomentan élites políticas e intelectuales, podrá haber parálisis en decisiones importantes en materia exterior.
Reveló que ya habido decisiones en el gabinete que se han frenado por el temor de "herir" el "nacionalismo mexicano".
Dijo que la persecución y el racismo contra de migrantes en la frontera norte, no puede ser la base de la actitud antinorteamericana.
Al explicar su postura sobre la nueva actitud que debe tener México frente a Estados Unidos, y que ha generado debate en círculos intelectuales y políticos, Castañeda precisó que la creciente cercanía con EU no corresponde a una elitista visión "antinorteamericana".
"Las cifras que tenemos con Estados Unidos: 90 por ciento de nuestro comercio, la totalidad de la remesas, 90 por ciento de turismo, 80 por ciento de la inversión extranjera en un país donde la inversión foránea es mucho más importante que antes; 20 por ciento de nuestra población económicamente activa que trabaja en los Estados Unidos; todos estos fenómenos, más la evidente seducción que ejerce la cultura norteamericana sobre sectores muy amplios de la población mexicana.
"Ese conjunto de hechos, cuando se aunan al nacionalismo que difunden las élites políticas e intelectuales -no empresariales, es un tema muy distinto-, crea esta esquizofrenia".
De ahí que, arguyó, la definición de la política con los norteamericanos debe construirse a partir de esa realidad de acercamiento.
"No es nuestro sentimiento nacional el que debe definir nuestra realidad, es nuestra realidad la que debe definir nuestro sentimiento nacional. No verlo de esa manera contribuye a este especie de sentimiento de nacionalismo reactivo que está fincado en la historia, pero la historia como pasado, que no es un sentimiento nacional que surge también del presente, donde hay una especie de sacralización del pasado.
"Esta cuestión reactiva, inevitablemente desemboca en el resentimiento, en la sensación de víctimas. Que puede haber sido el caso en el pasado y que sin duda es el caso de nuestros conacionales en muchos casos, ahora en Estados Unidos. No estoy seguro que ahí radique el origen del expansionismo americano, no estoy seguro que el origen del expansionismo americano sea el racismo americano, de eso tengo mis dudas.
"De que hay, sin duda, una reacción racista que hace de nuestros conacionales en Estados Unidos víctimas, sí. Pero eso no puede ser...
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