Del franquismo a la democracia

AutorLuis Méndez

REFORMA/España

MADRID.- Fue con la muerte de Francisco Franco que se inició la transición democrática en España tras 40 años de dictadura. Corría 1975 y los españoles no habían votado nunca en libertad. Tras una cruel Guerra Civil (1936-39), el triunfante Ejército, la Iglesia, los políticos y los empresarios más recalcitrantes de la derecha se encargaron de sepultar a los partidos tradicionales, el Estado laico y el régimen de libertades vigentes en la II República. Con Franco, España se enorgulleció de ser la "reserva espiritual" de Occidente, se aisló del mundo, reivindicó su extinta condición de imperio y declaró la guerra a la subversión que para Franco se manifestaba bajo la forma del comunismo y la masonería.

El hecho de que el dictador muriese en un hospital mientras sus seguidores seguían en el poder condicionó la transición política española, ya que la imposibilidad de romper con el antiguo régimen obligó a todos a pactar.

El Rey, figura clave

Tras la muerte de Franco en 1975, Juan Carlos I asume la Jefatura del Estado, ya que España nunca dejó de ser constitucionalmente un Reino a pesar de que el "Generalísimo" acaparaba todo el poder mientras el joven Rey se limitaba a cumplir con su papel de espectador. Revalorado años después como uno de los principales impulsores de la transición española, muy pocos apostaban entonces por Juan Carlos I, a quien se le tenía como un hombre excesivamente influido por Franco y su entorno. Los que estaban instalados todavía en las estructuras del Estado esperaban que el Rey fuera una figura decorativa, que no interviniera en la marcha política de un país que deseaban seguir controlando.

Por su parte, la Oposición pretendía también que el Rey no se moviera demasiado, ya que debían ser los partidos democráticos y con ellos la sociedad española los encargados de administrar la transición. Los primeros nombramientos de Juan Carlos decepcionaron a los incondicionales de la apertura. Carlos Arias Navarro, un franquista convencido, fue ratificado como Presidente del Gobierno a principios de 1976. Tras acceder al cargo lanzó consignas de apoyo y continuidad para "la inmensa obra" de Franco, al tiempo que se declaraba partidario de una democracia a la española, en la que el Movimiento Nacional (sostén ideológico del franquismo) integrara "las particulares corrientes políticas".

Suárez, la sorpresa

El talante autoritario de Arias Navarro y su constante defensa del franquismo chocaron con las intenciones del...

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