Frankenstein 2012

(Embargada para sitios en internet hasta las 24:00 horas locales)Diego Petersen FarahAnalista y escritorEL UNIVERSALCada que se acerca una elección presidencial, nos invade el sentimiento de terror al tener que votar por alguno de los candidatos. Todos nos parecen impresentables y ninguno de ellos digno de ser presidente, por lo cual, lo primero que habría que hacer, sería quitarle importancia al cargo en sí.Si, efectivamente, fueron tan bestias como decimos -que entonces podemos estar de acuerdo en que a estas alturas y después de Fox da casi lo mismo quién sea el próximo-, la mejor manera de quitarnos el miedo es creando nuestro propio monstruo: un Frankenstein particular hecho con retazo de político y bofe de funcionario público -de venta sólo en carnicerías de prestigio- con las características deseables del presidente ideal. He aquí el mío.De entrada, que sea mujer. Una de las cosas que más frenan la toma de decisiones en el país es el machismo político. Lo que impera en las relaciones políticas es la necesidad instintiva de vencer al otro, de marcar territorio y de imponer la voluntad. Los hombres, decía la filósofa catalana Victoria Camps, son por naturaleza obsesos; tienen siempre un solo tema en la cabeza y una sola forma de ver el mundo (pregúntenle a Calderón). El problema es que en el sistema político machista que hemos construido, sólo hay espacio para las mujeres que logran pensar y actuar como hombres.Por donde se le vea, el principal problema de México es social. La desigualdad y la pobreza están hundiendo al país. Mi Frankenstein 2012 es unPresidente...

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