Francisco Moreno Sánchez / La vacunación a la deriva

AutorFrancisco Moreno Sánchez

Estos últimos dos años han demostrado que predecir lo que sucederá es tan difícil como entender lo que está sucediendo. Hace tan solo 5 meses hablábamos de la tercera ola, la variante Delta se dispersaba por Europa, después de atacar brutalmente a la India. De Europa llegó a América, tuvimos tiempo de prepararnos y, al no hacerlo, México sufrió los días con más nuevos casos en lo que va de la pandemia. Si bien el número de fallecidos fue menor al del segundo repunte, el exceso de mortalidad en ese tercer pico alcanzó los 90,000 mexicanos que perdieron la vida, muchos de ellos menores de 40 años por ser el grupo que aún no tenía esquema completo de vacunación.

Hoy Europa se encuentra otra vez con colapso en sus sistemas de salud, la razón es que en lugares como Alemania la renuencia a vacunarse está costando vidas de los no inmunizados y mayor dispersión de la enfermedad. Países con menos del 70% de la población vacunada están teniendo los días más complicados, con más casos y un repunte en los fallecidos.

La vacuna disminuye 12 veces la posibilidad de morirse infectado por el SARS-COV2, evita enfermedad grave y hospitalización, para muchos eso no es suficiente razón para convencerlos de protegerse y ayudar al control de la pandemia. Buscan afanosamente los casos que presentan reacciones secundarias a las vacunas, sin tomar en cuenta que todo medicamento puede provocar efectos secundarios. Prefieren enfrentar una enfermedad que ha provocado ya más de 5 millones de muertes oficiales en estos dos años, y que pudiera llegar a los 19 millones por exceso de mortalidad en el mundo. Si la eficacia de los tratamientos se basara en ese riguroso análisis que hacen los "antivax", no habría medicamentos aprobados. Todos, incluyendo compuestos naturales, tienen la posibilidad de provocar reacciones adversas.

En México, el problema no son los antivacunas, tampoco el número de vacunas disponibles, cuando inexplicablemente existen al menos 30 millones de dosis almacenadas, regaladas o perdidas. Lo grave en nuestro país es que la estrategia de vacunación no existe. Mientras otros países vacunan a niños entre 5 a 11 años, nosotros no la aprobamos para niños de 12 a 17. Cuando China, la productora de Sinovac y CanSino, ya está usando terceras dosis, aquí no alcanzamos ni el 50% de la población vacunada con esquema completo. Es ridículo oír que el 100% de una población está ya vacunada, porque los que hacen esas declaraciones no saben que son...

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