Formulan decálogo para jóvenes escritores

AutorDaniel De La Fuente

REFORMA/Nuevo León

MONTERREY.- Ser fiel a sí mismo y a la escritura, escuchar la voz profunda de la vocación y asumir el riesgo de navegar entre lo clásico y lo experimental, fueron las palabras claves que el escritor Carlos Fuentes pronunció ayer en su decálogo para los jóvenes escritores latinoamericanos, en el Auditorio Luis Elizondo del Tecnológico de Monterrey.

En el marco de la mesa Escritura: Memoria y Encuentro, organizada por la Cátedra Alfonso Reyes, el autor de obras como La región más transparente e Instinto de Inez, remarcó nueve de 10 puntos que deben seguir, a su juicio, los novísimos en literatura, a la vez que el décimo lo dejaba a la imaginación, la palabra y la libertad de quienes le siguen los pasos a este "escritor longevo que se da perfecta cuenta de que, habiendo comenzado a publicar a los 25 años, son cuatro décadas las que lo separan de los jóvenes escritores".

Inmerso en su reflexión, subrayó la obligación del escritor, pero también la del Gobierno en materia de lectura. "El escritor debe ser constantemente un adelantado de la lectura, el protector del libro. Pero el precio de los libros no debe ser obstáculo para leer en un país empobrecido, los jóvenes tienen que saber que si no hay dinero para comprar libros, hay bibliotecas públicas donde leerlos, ¿me escucha señor Secretario (de Educación) Reyes Tamez'".

Acompañado por Friedrich Katz, David Brading, Tomás Eloy Martínez, Gonzalo Celorio, Luisa Valenzuela, Sealtiel Alatriste, Javier Ordóñez, el Rector del Sistema ITESM Rafael Rangel Sostmann y la catedrática Nora Guzmán, Fuentes recordó a Alfonso Reyes como un "mágico gnomo zapatero" en su casa de Cuernavaca, inclinado sobre sus papeles.

"Repitiendo a Goethe", evocó, "Reyes decía que el escritor debe quitarle la crema al día; que la disciplina es el nombre cotidiano de la inspiración, y repetía a Wilde: el talento es 10 por ciento de inspiración y 90 por ciento de transpiración. Por eso no asocio la escritura con esa vaguedad que llaman inspiración, porque a menudo es una manera de aplazar el trabajo esperando a Godot".

Entre los postulados de su decálogo sobresale uno: "Leer mucho, leerlo todo vorazmente".

"Nuestro inolvidable amigo Fernando Benítez tenía una tarjeta de...

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