Fórmula efectiva, aunque gastada

AutorAna Isabel Aguayo

Como en los mejores tiempos (los primeros) de Desperate Housewives, los enredos de cinco mujeres latinas que trabajan como empleadas domésticas en mansiones de Beverly Hills regresan más divertidas e intrigantes.

Como suele ser costumbre en su creador, Marc Cherry, en la segunda temporada de Devious Maids hay un asesinato sin resolver de por medio, pero éste es sólo uno de tantos misterios que apenas se dejan asomar en esta dramedy.

Han pasado tres meses desde que Marisol (Ana Ortiz) logró demostrar que su hijo era inocente; que Rosie (Dania Ramirez) fue deportada a México; que Carmen (Roselyn Sanchez) se hizo novia de Alejandro (Matt Cedeño), y Valentina (Edy Ganem), furiosa con su madre, se fue a África siguiendo a Remi (Drew Van Acker).

La acción poco tiene qué ver con esas situaciones, ya que la trama se mueve a paso veloz y apenas da respiro para captar lo que sucede en pantalla.

Baste saber que hay personajes nuevos y atractivos, como casi tooodos los personajes de esta serie, cada uno con su propia intriga para agregar a la narración general.

Sin embargo, con todo y sus giros y sus ocurrencias, Devious Maids se parece mucho a Desperate Housewives, que logró ser todo un suceso a...

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