Fluyen ríos de fe

ZMG.- Vistos desde dentro, 1.8 millones de peregrinos son un horizonte interminable de fe: hacia donde se mire, parecen no tener final.

La Romería es como una lotería de personajes, entre quienes resalta el que inicia con gritos los "viva" al paso de la Virgen de Zapopan, la señora que reza el Rosario durante los 9 kilómetros de caminata, el que los recorre descalzo, el vendedor ambulante o el policía.

También hay una nueva legión de devotos, aquellos que con sus teléfonos móviles en alto preservan y auguran la permanencia durante más generaciones de esta actividad ya considerada Patrimonio Inmaterial de Zapopan y que está en vías de serlo de la Humanidad, por la UNESCO.

Por segundo año consecutivo, ante las obras de la Línea 3 del Tren Ligero sobre Ávila Camacho, la ruta fue la usada hasta antes de 1930: Avenida Américas.

Sin embargo, la asistencia fue mayor, con 300 mil fieles adicionales, indicaron las autoridades.

Acompañar a La Generala en cada 12 de octubre es tradición y obligación, costumbre y necesidad, fe y asueto, como lo resumió una mujer a su paso: "¡ay, gracias a Dios, hoy no trabajo!".

José García no sabe exactamente por qué cuando vio la imagen algo dentro de él lo incitó a gritarle "¡viva la Virgen de Zapopan!", con eco inmediato entre peregrinos que, apenas sintieron acercarse el trono -esta vez en forma de calandria-, salieron de su casa de campaña o se levantaron del suelo para verla pasar rápidamente rodeada de oficiales de seguridad.

Como los danzantes abrieron paso al contingente, los peregrinos que iban atrás dijeron extrañar la música, pues al paso de la imagen había sonido de aplausos, porras y una banda de guerra.

En el peregrinar también hubo quienes rogaron por la familia y sus desaparecidos. Repartieron volantes y se instalaron con lonas en búsqueda de Maria Fernanda Azpeitia, ausente desde el pasado 27 de agosto.

Aunque la peregrinación fue ágil, hubo lugares donde el cúmulo de gente la volvió lenta y compacta, como la cuesta de Avenida Américas, entre Patria y El Mixtón, o en las obras frente a los Arcos de Zapopan.

La postal de los primeros cuadros alrededor de la Basílica de Zapopan y de la Plaza de las Américas Juan Pablo II son todos semejantes: peregrinos descansando en cualquier sombra, sobre cobijas o dentro de casas de campaña. El olor a multitud se percibe calle tras calle.

Para esta celebración religiosa, Guadalajara muta: sus calles principales se vuelven un río de gente, los locales cierran y...

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