Flor de sábila: Regalo de la naturaleza
| Autor | Marichuy Garduño |
Si para esta época cuaresmal está pensando en ir a Hidalgo, por ninguna razón deje pasar la oportunidad de probar la flor de una de las liláceas más célebres en todo el mundo por sus cualidades curativas: la sábila o Áloe vera.
Esta pariente de plantas como ajo y cebolla produce a partir de este mes y hasta mayo, ramilletes de pequeñas flores en forma de tubo de color rojizo-naranja. Su empleo en la cocina exige estar recién cortada, por lo que para los capitalinos es una cuestión difícil, a menos que tenga un proveedor de ese estado.
Yuri de Gortari, chef de eventos especiales y dedicado a la cocina mexicana desde hace varios años, confirma que no se trata de un ingrediente usual en el Distrito Federal, ya que sólo se acostumbra en el interior de la República.
"Difícilmente se consigue en los mercados citadinos, incluso lo considero imposible, ya que se tiene que cocinar fresca", reitera.
Sobre su uso culinario explica que es muy versátil y parecido al de la flor de calabaza. Se puede preparar a la mexicana elaborada con chile, jitomate y cebollita picada, también al vapor, con huevo o en quesadillas.
María Elena Martínez, propietaria de la cafetería Las Delicias de Zimapán, Hidalgo, comenta que en su región se consigue gracias a que su recolección no se ha perdido. Se vende por kilo, y su precio oscila entre los 10 y 15 pesos, aproximadamente.
"Es una lástima que en la Ciudad de México no se tenga la oportunidad de disfrutarla. Su sabor es suave, parecido al de los ejotes cocidos", detalla María Elena.
En el texto Flores que se Comen de Montserrat Gispert Cruells, coordinadora del área de Etnobotánica de la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), explica que la sábila es originaria del continente africano y fue introducida al Nuevo Mundo por los jesuitas en la Colonia.
Los efectos medicinales de la raíz, el tallo y las hojas han sido durante muchos años objeto de estudio para combatir dolores de cabeza, curar infecciones cutáneas, ayudar a prevenir problemas intestinales y artritis, entre otras. Sin embargo, de su flor, se sabe poco. Ya que es hasta ahora que se están estudiando sus valores culinarios.
Con respecto a la riqueza nutricional, Angela Sotelo Lopez, otra especialista de la UNAM, la profesora de nutrición de la Facultad de Química, detalla que aunque el consumo de la flor ha sido común desde hace tiempo en distintas partes del país, hasta ahora se están realizando estudios para determinar su...
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