Una flor en la arena

AutorJonás L. Laya

Alan despierta... Lo último que recuerda es que estaba en el salón y les cantaban una canción. Poco después, algo que ardía en su garganta. Ahora, el Sol lo acaricia. A su alrededor hay muchos niños. Son varios compañeros. Están en un bosque... caminan un poco y encuentran el mar.

Junto al agua, un niño está solo, despertando... Alan corre hacia él.

Aylan abre los ojos. Las olas rozan su cara. Se levanta lentamente, contento de no sentir más esa angustia de estar sumergido entre un mar de piernas, y gritos de espanto. Ahora puede respirar. Un niño se acerca.

-Hola, ¿cómo te llamas?

-Alan, ¿y tú?

-Aylan.

-¡Oh! -Exclaman ambos...

-¡Vamos a jugar todos juntos! -dice Alan.

Juegan con las olas, con la arena, soñando que sueñan que son piratas, o tigres, o sirenas, o astronautas en un planeta extraño y fabuloso.

Entonces, una melodía deliciosa llama su atención: viene del interior del bosque. Todos corren, como encantados. Caminan entre los árboles, llegan a un claro. Ahí se yergue un gran árbol. Parece como si la música viniera del interior del tronco. Al pie del árbol abunda la hojarasca, los niños juegan sobre ella y... ¡un regalo! ¡dos! muchos regalos, envueltos por las hojas caídas.

De pronto, una luz muy brillante surge del árbol, y una voz cálida les dice.

"Pidan un deseo desde el fondo de su corazón".

Alan piensa: "ver a mamá, darle un beso".

Aylan imagina: "volver con papá, tomar su mano...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR