En flagrancia / Escoltas en la Ciudad

AutorGustavo Fondevila

Hace una semana, comenzó a circular en las redes sociales un video donde Sergio Rodríguez Ibarra, que escoltaba a un Ferrari rojo (PYU 5755), amenaza con un arma de fuego a un conductor, lo baja por la fuerza de su camioneta, lo lleva al costado de un puente peatonal y lo golpea (Viaducto Tlalpan y San Juan de Dios). Tras salir del hospital, el conductor acudió a la Procuraduría capitalina para denunciar al agresor y al dueño del auto (Alberto Sentíes Palacios).

Posteriormente, el denominado #LordFerrari se presentó espontáneamente a declarar para deslindarse de los hechos (encubrimiento). Mientras tanto, agentes de investigación comenzaron a buscar al escolta acusado de lesiones y robo. La historia terminó el viernes pasado cuando Rodríguez Ibarra apareció muerto en un hotel de Atizapán de Zaragoza (Estado de México).

'TENGO TODO ARREGLADO'

A nivel nacional, según la Asociación Mexicana de Empresas de Seguridad Privada (AMESP), esta industria emplea alrededor de 450 mil personas, representa cerca del 1% bruto del Producto Interno Bruto (PIB) y tiene un crecimiento cercano al 12% anual. No casualmente, el año pasado, dicha Asociación solicitó a la Secretaría de Economía (SE) la creación de la Cámara Nacional de la Industria de Seguridad Privada.

La idea no es nueva: en el 2012, la SE publicó en el Diario Oficial de la Federación "El proyecto de autorización para la constitución de una cámara de industria específica con circunscripción nacional, que represente al sector de la seguridad privada". Y esto refleja el poderío de esa industria y también su gran debilidad: se calcula que el 65% está en la ilegalidad.

En la Ciudad de México, la situación no es muy distinta: en la actualidad, hay más de 800 empresas privadas de seguridad registradas ante la Dirección General de Seguridad Privada de las 5,000 existentes. Y la contratación de escoltas "certificados" ha venido en aumento sostenido en los últimos años (alrededor del 20% anual) pasando de alrededor de 700 en 2013 a más de 1,000 en la actualidad -de los 35,000/40,000 existentes.

La reforma de 2013 a la Ley de Seguridad Privada tenía entre sus objetivos regular ese servicio, sin embargo, la autoridad nunca estuvo en verdaderas condiciones de controlar a los guaruras. La prepotencia, el abuso, los malos modales, etcétera, no son nada nuevo en este tipo de servicios.

Ya en el 2004, la Dirección de Asuntos Internos y personal de la Delegación Miguel Hidalgo implementaron un operativo para...

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