Fiestas y tradiciones populares catalanas llegan al Paseo de las Culturas Amigas, en Reforma
| Fecha de publicación | 02 Septiembre 2023 |
Por J. Francisco De Anda Corral
Treinta imágenes en gran formato conforman la exposición Catalunya, tierra de tradiciones y cultura popular, a través de la cual el público podrá acercarse a famosas fiestas cívicas y religiosas catalanas, como las torres humanas (castells), los raiers del Pirineo, el Canto de la Sibila, el baile de las gitanas y la ‘Danza de la muerte’, de Verges, así como la guerra de caramelos y las comparsas en Vilanova.
Entre la diversidad de elementos que unen a Cataluña con México están sus fiestas y tradiciones populares, incluso la similitud entre aquellas que –de aquí y de allá– han sido inscritas en la lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO. Por ejemplo, los Castells y el Ritual de los Voladores, cuya característica en común es que ambas tradiciones conectan a las personas con el cielo y con la tierra.
Allá tienen la Danza de la Muerte y aquí celebramos el Día Muertos. Cientos de festividades religiosas y peregrinaciones llenan cada año el calendario, y son similares y a la vez distintas a la visita al Señor de Chalma o a la “Llevada” de la Virgen de Zapopan, dos manifestaciones emblemáticas y populares en la tradición mexicana; la segunda, uno de los registros mexicanos más recientes en la Lista de Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.
Al mirar la exposición Catalunya, tierra de tradiciones y cultura popular, inaugurada este jueves en el Paseo de las Culturas Amigas (frente a Reforma 222) y que se exhibirá hasta el 30 de septiembre, uno no puede evitar encontrar en la danza, la música, el canto, las comparsas o las artes de conjunto, aquellos elementos que nos son comunes y también aquellos que nos distinguen. El baile de la Moixiganga catalana no es está muy distante de las Mojigangas que se practican en Morelos, Veracruz, Guanajuato o Jalisco; y el Baile de los Diablos, en Cervera, seguro nos remitirá a la Danza de los Diablos de Cuajinicuilapa, una manifestación del patrimonio cultural afromexicano, y a otras muy similares que ocurren en diversos pueblos de México alrededor de la Semana Santa.
Para ofrecer una mirada a las fiestas y tradiciones catalanas más emblemáticas y populares, la Delegación del Gobierno de Cataluña en México y Centroamérica, en colaboración con el Gobierno de la Ciudad de México, presenta un paseo fotográfico por las diversas tradiciones culturales catalanas, algunas de ellas de origen medieval, a través de 30 imágenes en gran formato, en la conocida galería abierta ubicada sobre el Paseo de la Reforma, por la que transitan 350 mil personas al mes aproximadamente.
“Es un espacio reservado a las representaciones del exterior en México, para conocer sus tradiciones, su cultura y sus valores (…) Es también una ventana que al abrirse nos permite vernos y reconocernos frente a las culturas del mundo”, dijo la doctora Laura Ita Andehui Ruiz Mondragón, secretaria de Pueblos y Barrios Originarios y Comunidades Indígenas Residentes del gobierno de la Ciudad de México, luego de hacer un recuento de las tradiciones que hermanan a México con Cataluña.
El patrimonio cultural catalánEn su intervención, el delegado catalán Lleïr Daban Hurtós, manifestó que “una sociedad sin cultura es una sociedad pobre, y México es una gran sociedad muy rica en su cultura y en su gente, y Cataluña también lo somos; por eso cuando queremos presentar Cataluña y explicar quienes somos, qué hacemos, qué mejor que hacerlo con la cultura popular, las tradiciones, el arraigo, eso que está en nuestra esencia, en nuestra forma de ser”.
Luego del acto protocolario, corte de listón y tal, Daban Hurtós encabezó el primer recorrido por las exposición, dando énfasis en las cinco manifestaciones culturales catalanas que han ingresado a la prestigiada lista de la UNESCO, como son: los ‘Castells’ o torres humanas, que alcanzan hasta diez niveles de altura; la Patum de Berga en Corpus Christi, fiesta que forma parte de las procesiones religiosas medievales y se remonta al siglo XV, en cuyo momento culminante la Plaza Mayor se convierte en un infierno de fuego; el oficio tradicional de los ‘raiers’ que transportan madera a través del río, que remonta a la balsa tradicional (rai); el Canto...
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