Fiesta de creatividad
| Autor | Andrea Martínez de la Vega y Natalia Barraza |
Los proyectos ganadores de la primera edición del Premio Firenze Entremuros fueron revelados en una cena de gala en las instalaciones del Periódico Reforma, en Ciudad de México, el pasado 13 de septiembre.
De los 45 finalistas anunciados en junio pasado surgieron los tres primeros lugares de cada una de las cinco categorías: Mejor Residencia Unifamiliar, Mejor Interiorismo Residencial, Mejor Conjunto de Uso Mixto, Mejor Edificio Corporativo y Mejor Edificio Habitacional Plurifamiliar.
Las obras ganadoras son tan diversas como los despachos detrás de su creación, pues presumen distintas escalas, ubicaciones y estilos, pero coinciden en un punto: su afán de alcanzar la excelencia en el diseño.
Además, a raíz de una encuesta realizada por el departamento de Datología de Grupo Reforma a 451 arquitectos del País, se reconoció a Alberto Kalach como el Mejor Arquitecto de México.
MEJOR ARQUITECTO DE MÉXICO
ALBERTO KALACH: ANALÍTICO DE LA SOCIEDAD
Natalia Barraza / Fotos: Aggi Garduño
Alberto Kalach, quien fuera nombrado como el Mejor Arquitecto de México dentro de la primera edición del Premio Firenze Entremuros, reflexionó sobre las problemáticas de la Ciudad de México.
El artífice nació el 26 de enero de 1960 en la capital del País, se formó en la Universidad Iberoamericana y, posteriormente, continuó sus estudios en la Cornell University, en NY.
Entre sus principales proyectos se encuentra Ciudad Lacustre, en la cual, junto con diversos intelectuales y especialistas, planteó la restauración del Lago de Texcoco y la red lacustre de la Ciudad de México.
· ¿Cómo se siente que le entreguen el premio como Mejor Arquitecto de México?
Por un lado me conmueve y me siento agradecido de que mis colegas se hayan fijado en mi trabajo, pero por otro me pesa un poco, estas cosas son pesadas.
· ¿Cuándo surgió su interés por la arquitectura y el urbanismo?
Por la arquitectura desde mi niñez. En el caso del urbanismo, eso vino un poco después, en mis años de estudiante, cuando empecé a conocer realmente la Ciudad de México, el área donde nos moveDesde luego, en la escuela de arquitectura había un estímulo para que los arquitectos se involucraran en los problemas sociales. Justo en ese tiempo, en el terremoto del 85, pues hubo gran movilización social y una reflexión sobre la fragilidad y la importancia de la construcción.
· ¿Por qué ha decidido seguir viviendo en una ciudad con tantos problemas?
Porque aquí nací y no todos tenemos ánimo de estarnos moviendo, al...
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