Vinos/ Fiebre de vinos
| Autor | Rodolfo Gerschman |
Durante estas dos semanas se declaró una fiebre de vino, aunque, claro está, la noticia nunca apareció en la primera plana del periódico y si ustedes me preguntan acerca de sus implicancias en el "concierto" (nunca he encontrado una palabra más desconcertante para referirse a ello) de la vida nacional, deberé confesar que fueron nulas o casi. Pero sí percibimos el fenómeno quienes vivimos naturalmente afiebrados por el tema, pues hemos estado vapuleados por una sucesión de eventos que, sin duda, indican un renovado interés por el mercado mexicano entre productores e importadores.
Comenzaré por el más masivo. Jueves y viernes de la semana pasada se realizó una exposición de vinos de Castilla-León en la oficina comercial de la embajada española, con lo cual las instalaciones de esta última se transformaron en una especie de tianguis o miniferia, tanto por la cantidad y calidad de los expositores como por el flujo ininterrumpido de visitantes. La mayor parte de los expositores no están aún en México o acaban apenas de ingresar, por lo cual la exposición fue de especial interés para apreciar la parte menos visible de fenómenos como el de Ribera del Duero.
Además de esta última denominación, la región de Castilla-León abarca las de Toro y Rueda, cuyos vinos también estuvieron presentes. La evolución de Ribera del Duero puede ser un retrato para lo que habrá de seguir con denominaciones que antaño eran consideradas únicamente como productoras de vinos baratos y a granel. Por ejemplo, ya están lejos los tiempos en que Vega Sicilia y, poco después, Pesquera, fueran los vinos emblemáticos (y casi únicos) del potencial de calidad que escondía la zona.
Hoy día, la proliferación de bodegas es tal que ya comienza a resultar difícil orientarse entre tantos vinos y estilos. Además de los de pequeñas regiones satélites, como Sardón de Duero o Tudela de Duero. Como muestra de esta proliferación, basta con enumerar las que llegaron a la exposición: Emilio Moro, que acaba de desembarcar en México, Cillar de Silos, que ya lleva unos meses entre nosotros y luego una miríada de empresas que buscan representantes locales: Grupo Yllera, Finca Villacreces, Bodegas El Molar, Hermanos Cuadrado García, Tamaral, etc. También se hicieron presentes algunas que llevan algún tiempo en el mercado, como Callejo y Torremilanos.
¿Qué se puede inferir de nuevo a propósito de tantos nuevos productores y vinos? Yo diría que luego de ser una región de élite, reconocida por sus...
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