Festejos... a muerteVIGILA JACALERA

AutorEDUARDO CEDILLO EDUARDO CEDILLO

Cada 12, 24 y 31 de diciembre, la fiesta en Tacubaya empezaba en la noche y terminaba a las 3 de la tarde.

Le gente se iba a dormir, despertaba y a seguir bailando.

"Ah, se extraña la algarabía de La Jacalera", dijo María Luisa Martínez, de 80 años y quien ha vivido toda su vida frente a la Ciudad Perdida; su abuela sí habitó el predio.

En el baile se enlonaba el centro de la Ciudad Perdida o se cerraban las calles aledañas, pero siempre con una constante: grandes bocinas, mezcladoras y sonideros.

"Era adentro de todo. Era casi puros jacales, puros jacales, con mucho lodo y todo eso. Cuando estaba lloviendo, así se ponían a bailar, con todo el lodo y toda la cosa", contó Mario Hernández.

Mario, La Ley Poderosa de Tacubaya, es sonidero desde los 14 años y sus primeros bailes los dio en la Ciudad Perdida.

El Indio es conocido por decenas de habitantes en Tacubaya.

LA CIUDAD PERDIDA DE TACUBAYA

El Indio no tiene casa: se la quitaron, le quitaron su nombre, le expulsaron, la demolieron y lo despojaron.

Tiraron "La Jacalera" para hacer departamentos, demolieron sus recuerdos, el lugar donde hace 59 años nació, creció y donde espera morir.

Aunque en la Ciudad Perdida, en Tacubaya, se prometieron casas para habitantes del asentamiento irregular, hay quienes se quedaron sin ella.

El predio de unos 6 mil metros cuadrados fue descartado por autoridades para edificar viviendas regulares debido a que se encuentra en una zona de minas y presenta problemas de inestabilidad del suelo.

En el área había casas de hasta 100 años de antigüedad y en las que vivían alrededor de 185 familias.

Al extinguir la Ciudad Perdida, El nombre de El Indico era resonado, pero no el de Antonio Encarnación...

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